lunes, 26 de marzo de 2018

31 Días De Oración Por Tu Esposo - Reflexión


“Ella le trae bien…….. "(Proverbios 31:12 a)
¡Bendice a tu marido, orando por él! El apóstol Pablo instruyó a los cristianos a orar los unos por los otros (Efesios 6:18). Esto incluye la responsabilidad y el privilegio que tienen las esposas de orar por sus maridos. La  oración ferviente por tu marido es buena para él, para ti y para la salud espiritual de tu hogar (Proverbios 31:11-12).
Satanás desea destruir a tu marido, sobre todo su carácter y su liderazgo en esa relación. Confía en Dios y mediante la oración diaria entrega a tu marido y tú matrimonio a la sabiduría y al amoroso cuidado del Señor.
Día 1 Ora para que tu esposo crezca espiritualmente y asuma su responsabilidad ante el Señor. Ora para que él guarde su corazón, desarrollando disciplina espiritual —a través del estudio y la lectura de la  Biblia— la oración, la meditación, la memorización de las Escrituras, etc. (2 Pedro 3:18; Prov. 4:23)
Día 2 Ora para que la relación de tu marido con Dios y Su Palabra dé frutos en su vida. Ora para que él sea un hombre de sabiduría, de inteligencia y de temor  a Dios. (Proverbios 3:7, 9:10; Salmos 112:1)
Día 3 Ora para que tu esposo sea humilde y rápido en reconocer su pecado delante de Dios. Ora para que su corazón sea sensible a la voz del Señor. (Sal. 51:2-4; Miqueas 6:8)
Día 4 Ora para que tu esposo desarrolle habilidades de liderazgo en su relación, te proteja y provea para ti. Ora para que él te guie sabiamente y te ame de manera sacrificial, para que Dios sea glorificado en tu matrimonio. (Efesios 5:25-29; Colosenses 3:19)
Día 5 Ora para que tu esposo sea fiel a sus  votos matrimoniales. Ora para que él tenga el deseo de cultivar la relación como una señal de su lealtad y compromiso contigo,  y como una imagen del amor de Cristo por la Iglesia. (Prov. 20:6; Gen. 2:24)
Día 6 Ora para que tu esposo ame la justicia y aborrezca la maldad, sobre todo los males de la cultura. Ora para que él reconozca y evite el mal en su propia vida, y si es necesario  que tome una posición clara y fuerte contra la maldad. (Prov. 27:12; Juan 17:15; 1 Co. 10:12-13)
Día 7 Ora para que tu esposo proteja su corazón contra las relaciones inadecuadas con el sexo opuesto. Ora para que su corazón sea puro e indivisible en su compromiso contigo. (Proverbios 6:23-24, 26; Ro. 13:14)
Día 8 Ora para que tu esposo  trabaje arduamente para mantener a su familia, haciendo uso de su mejor  capacidad. Ora que las cualidades de carácter necesarias para una exitosa carrera y ministerio se crezcan continuamente en él —persistencia, firmeza, fuerza, una mente analítica, capacidad de organización, relaciones positivas con la gente, determinación, etc. (Ro. 12:11; 1 Co. 15:58)
Día 9 Ora para que tu esposo maneje las finanzas con sabiduría, que tenga discernimiento sobre su presupuesto, sobre las inversiones, y que sea un buen mayordomo de su dinero en lo que se refiere a dar para la obra del Señor. Ora para que el dinero no se convierta en una fuente de discordia en la familia. (Proverbios 23:4-5, Ro. 12:13; Heb. 13:5)
Día 10 Ora para que tu esposo cultive una integridad sólida, y no comprometa sus convicciones. Ora para que su testimonio sea auténtico, que sea honesto en sus tratos comerciales, y nunca haga nada por lo que tenga que esconderse de los demás. (Prov. 20:7; 1 Tim 1:5, 3:7;. Ef. 6:10-12)
Día 11 Ora para que tu esposo tenga un espíritu humilde, dócil y un corazón de siervo ante el Señor. Ora para que él escuche a Dios y desee  hacer su voluntad. (Prov. 15:33; Ef. 6:6)
Día 12 Ora para que tu esposo rinda su deseo sexual al Señor y practique el autocontrol. Ora para que su intimidad sexual junto a ti sea fresca, positiva, y un reflejo de amor desinteresado. (Proverbios 5:15, 18; 1 Co. 7:3; Cantar de los Cantares 7:10)
Día 13 Ora para que tu esposo aproveche sus conocimientos prácticos para edificar su familia y tomar decisiones acertadas para el bienestar de esta. Ora para que sirva desinteresadamente. (Gálatas 5:13; Fil 2:3-4)
Día 14 Ora para que tu esposo hable palabras que te  edifiquen a ti y a tu familia, y que reflejen un corazón amoroso. Ora para que él no use lenguaje grosero o sucio.  (Prov. 18:21;. Ef. 4:29)
Día 15 Ora para que tu esposo  elija a sus amigos sabiamente. Ora para que Dios le traiga hombres que fomenten su responsabilidad ante Dios, y no lo lleven al pecado. (Prov. 13:20; Prov. 27:17)
Día 16 Ora para que tu esposo elija actividades saludables que honren a Dios. Ora para que él no viva  en la esclavitud de hábitos o aficiones cuestionables, pero que experimente la libertad de la santidad para que se someta al control del Espíritu. (1 Corintios 6:12, 10:31; 2 Tim 2:4).
Día 17 Ora para que tu esposo disfrute de su hombría mientras moldea su vida a Cristo y a la de otros hombres firmes en la fe. Ora por su fortaleza física, emocional, mental, social y espiritual. (Efesios 3:16; 1 Pedro 2:21; 1 Corintios 10:11)
Día 18 Ora para que tu esposo tenga una perspectiva  eterna viviendo a la luz de la eternidad. Ora para que él rechace los valores del materialismo y de lo temporal  y ponga a Dios primero en su vida. (Mateo 6:33; Deuteronomio 6:5; Efesios 5:16; Salmos 90:12).
Día 19 Ora para que tu esposo sea paciente y un hombre de paz. Ora para que él no ceda a la ira, sino que permita que el Espíritu Santo controle sus respuestas. (Ro. 14:19; Salmos 34:14)
Día 20 Ora para que tu esposo rinda su mente y sus pensamientos al Señor. Ora para que él no se entretenga con pensamientos inmorales o impuros, y que pueda resistir la tentación de caer en la pornografía. (Prov. 27:12;. 2 Corintios 10:5)
Día 21 Ora para que tu esposo aprenda a descansar en el Señor, en sus grandes momentos de estrés, que encuentre gozo y  paz en su relación con Dios. Ora para que él presente su agenda al  Señor. (Nehemías 8:10; Prov. 17:22;. Salmos 16:11)
Día 22 Ora para que tu marido  practique el perdón en su relación de pareja y con los demás. Ora para que él reconozca cualquier raíz de amargura, y rinda cualquier  resentimiento o falta de perdón al Señor. (Efesios 4:32; Heb. 12:15)
Día 23 Ora para que tu marido sea un buen padre  que discipline a sus hijos con sabiduría y los ame incondicionalmente. Si él no es  padre, ora para que  encuentre a un hombre joven a quien pueda discipular en  las cosas del Señor. (Efesios 6:4; Col. 3:21; 2 Tim 2:1-2)
Día 24 Ora para que tu esposo tenga una vida balanceada – Equilibrando el trabajo y  el ocio. Ora para que él reverencie a Dios, pero que  también se gane el favor de la gente que conoce en el trabajo y en la iglesia. (Lucas 2:52; Prov. 13:15)
Día 25 Ora para que tu marido sea valiente en su posición contra el mal y la injusticia, y que defienda la verdad. Ora para que él te proteja a ti y a tu familia de los ataques de Satanás. (Salmos 31:24; Ef. 6:13; Salmos 27:14)
Día 26 Ora para que tu esposo  descubra y viva el propósito dado por Dios para su vida.  Ora para que él ofrezca todos sus sueños al Señor, y persiga sólo aquellos objetivos que traerán la gloria a Dios y  que cuenten para la eternidad. (Jer. 29:11; 1 Corintios 10:31)
Día 27 Ora para que tu esposo entienda la importancia de cuidar de su cuerpo —como templo del Espíritu Santo— para la gloria de Dios. Ora para que él practique el dominio propio, comiendo de forma sana y haciendo suficiente ejercicio para mantenerse saludable. (Romanos 12:1-2; 1 Co. 6:19-20, 9:27)
Día 28 Ora para que tu marido sea un hombre de oración. Ora para que él tenga la intención de  buscar  y encontrarse con Dios en  momentos de tranquilidad. (1 Tesalonicenses 5:17; Lucas 22:46; Santiago 5:16)
Día 29 Ora para que tu esposo rinda su tiempo y talentos al Señor. Ora para que sus dones espirituales se manifiesten en su carrera, en la iglesia, y en el hogar. (Efesios 5:15-16; 1 Co. 12:4, 7)
Día 30 Ora para que tu esposo sirva a Dios y a los demás con motivos puros. Ora para que él obedezca al Señor en su corazón, y lo glorifique en todo. (1 Corintios 10:13; Juan 7:17-18, Col. 3:23-24)
Día 31 Ora para que tu esposo reconozca las mentiras del enemigo en su vida. Ora para que sus actitudes y acciones sean guiadas por la verdad,  en la medida en que él trae sus pensamientos cautivos a la Palabra de Dios. (Juan 8:44; 2 Corintios 10:4-5)

Consejos De Una Madre Piadosa - Reflexión

Mama con su niña en brazos al aire libre

Margaret Taylor da una palabra de ánimo a las esposas y madres jóvenes. Margaret Taylor, la esposa de Ken Taylor, el traductor de la La Biblia al Día, es la madre de 10 hijos, abuela de 28 nietos, y bisabuela de (hasta ahora) 22 bisnietos.



Ella no tuvo un auto sino hasta que le nació su quinto hijo. Ni una lavadora. Y, a pesar de la llegada de la muy apreciada lavadora, no había secadoras, por lo que colgaba la ropa lavada en el patio, que se congelaba en los inviernos de Illinois. 


Margaret Taylor, la esposa de Ken Taylor, el traductor de la La Biblia al Día, es la madre de 10 hijos, abuela de 28 nietos, y bisabuela de (hasta ahora) 22 bisnietos. Práctica, ingeniosa y dirigida por el Espíritu, Margaret es justamente la “anciana” adecuada para responder la pregunta que se encuentra en Tito 2:3 “?¿Qué pudiera decirles a las mujeres jóvenes, que las anime a ser esposas, madres y cristianas piadosas?” 

Sea una ayudadora. Cuando se le pregunta cómo ayuda a un esposo en su trabajo, ella responde: “Creo que fallé en esa área. Bueno, yo no dejaba que los niños lo molestaran cuando él estaba trabajando. Pero en cuanto a estímulo personal, yo era escasa en palabras como: “Sé lo que estás haciendo para ayudar a mucha gente”. Ella ofrece este recordatorio: “Todo el mundo necesita estímulo, incluso los hombres que parecieran ser autosuficientes, dinámicos y ambiciosos. Ellos necesitan palabras cariñosas. 

Consígase una mecedora. Hubo un momento en que los Taylor tuvieron cinco hijos en edad preescolar, de los cuales tres usaban pañales. Margaret recuerda la primavera cuando a todos cinco les dio sarampión: “!Eso puso a prueba mis habilidades como enfermera! No teníamos una mecedora para mecer siquiera a uno de los niños enfermos. Si yo volviera a nacer y no pudiera comprar una mecedora, suplicaría que me regalaran o me prestaran una. Los bebés y las mecedoras armonizan de manera natural con las canciones de cuna. Yo siempre tuve que crear mi propio movimiento de mecedora sentándome en el extremo de una silla. Pero no es lo mismo”. 

Coman juntos. Muchas familias hoy tienen dificultades para sentarse a comer juntos, aunque sea una vez a la semana. Margaret considera inquietante esta tendencia. “Nosotros cenábamos juntos todas las noches de la semana”, dice, “¡y también desayunábamos y almorzábamos juntos!”. 

Las comidas eran comidas de verdad; había un comienzo y un final para cada comida. Uno se sentaba y oraba antes de tomar los alimentos”. Lo que ella ve que está sucediendo hoy en día, es que la madre que tiene hijos en edad preescolar les prepara su comida, “pero no sienta a comer con ellos. Lo que hace es comer un sándwich de pie”. 

Margaret ve a las comidas como una experiencia que sirve de unión, y eso explica las frecuentes reuniones que tenían los Taylor. Toda la familia se reúne tradicionalmente cada diciembre. Hace un par de años, 54 personas tuvieron la cena de Navidad en su casa. 

Y ésa fue la tercera gran reunión que tuvieron en un lapso de nueve meses, en la que participaron miembros de la familia procedentes de Oregon, California, Idaho, Georgia, Delaware y Washington D. C., como también de los cercanos estados de Indiana e Illinois. 

Manténgase conectada con Dios. No es fácil para una madre encontrar tiempo para sí misma, pero con diez hijos la lucha es mayor. Margaret exclama: “!Ya estaba cansada de tanto oír hablar de Susana Wesley!” Pero en los días que le resultaba imposible tener un tiempo a solas con Dios, se las arreglaba para mantenerse conectada espiritualmente: “Teníamos nuestro culto familiar fielmente, todas las noches. Leíamos la Biblia, orábamos y cantábamos”. Ella recomienda no hacer excesivamente largo este culto, especialmente cuando los hijos se hacen mayores, sino mantenerlo interesante, agradable y constante. 

Asigne tareas de manera apropiada, no excesiva. Entre el trabajo en el patio de la casa y las faenas de la cocina, había muchas tareas para todos los niños de la familia Taylor. La chica mayor de la casa tenía la mayor responsabilidad por los trabajos de puertas adentro, y cada uno de ellos demostraba ser muy capaz en lo que se les asignaba. 

Margaret habla del viaje de dos semanas que hicieron ella y Ken. Dejaron todos los hijos (de edades comprendidas entre 3 y 14 años) bajo su cuidado. En el mundo de hoy, confiar esa responsabilidad a una hija de 17 años puede parecer muy valiente. 

Margaret contesta: “!O una temeridad! Pero el punto es que [los niños] no se sintieron abandonados. Pudieron ocuparse de sus responsabilidades mientras nosotros nos encontrábamos ausentes. Sólo hace poco me encontré con las cartas que los niños nos escribieron cuando nos hallábamos lejos: ‘No se preocupen. Estamos bien. Mary Lee y Allison tienen varicela’. Ellos se estaban ocupando tranquilamente del asunto”. 

Pero Margaret aprendió una lección importante al observar a una persona conocida, de lo que ella llama “una familia grande” (15 personas). Esa joven mujer tomó la decisión de no tener hijos propios porque ella ya había “tenido suficientes bebés”. 

Margaret lo explica: “Su madre le había dado, tal vez involuntariamente, más trabajo de la cuenta. Por tanto, decidí hacer lo contrario, pidiendo a mis hijas que me ayudaran a hacer la ensalada o alguna otra cosa (en vez de estarlas ocupando siempre en el cuidado de los más pequeños). Los bebés se vuelven más irritables una hora antes de la comida. Por eso, razoné que se trataba de mi bebé, no del bebé de mi hija”. 

Enseñe el manejo responsable del dinero. Margaret escribió que a manejar el dinero “es mucho más efectivo cuando el dinero se gana, en vez de recibirse como una asignación”. Sus hijos tuvieron trabajos como distribución de periódicos y corte de césped, pero fueron más conocidos por la venta de huevos. 

Utilizando una vieja carretilla de cuatro ruedas, repartían huevos frescos que Margaret compraba en una granja del lugar. Los beneficios eran muchos: se volvieron expertos en el manejo del dinero; aprendieron cómo manejar una “compañía”; y el beneficio del diez por ciento por docena les sirvió para pagar muchas estadías en campamentos de verano. 

“Gran parte de nuestra actitud en cuanto al dinero”, explica Margaret, “surge de la manera como fuimos criados y de cómo vimos a nuestros padres manejar el dinero. Pero hoy estamos [tan] influenciados por los medios de comunicación y por la publicidad, que todos quieren comenzar la vida de casados teniendo todas las cosas que sus padres han obtenido por más de veinticinco o treinta años.

Eso no es lógico”. Aunque reconoce que el consejo no es popular, especialmente por la facilidad del crédito, ella recomienda: “No adquiera nada hasta que pueda pagarlo de contado”. 

¿A quién le hace falta la TV? Margaret da otra recomendación que ella cree que pocos seguirán: “Nosotros nunca hemos tenido televisión, y recomendaríamos no tenerla. Pero entendemos que esto va a caer en oídos sordos”, dice riendo. 

Sus hijos, evidentemente, no sintieron que la necesitaban; varios de ellos han optado por no tener un televisor en sus hogares. Margaret agrega: “Los programas realmente buenos son muy pocos y tienen tanta publicidad que ésta parece pesar más que lo bueno. No siento en absoluto que nos estamos privando de algo”. 

En su lugar, recomienda el pasatiempo favorito de su familia: la lectura. Aunque no dedica tanto tiempo en la lectura a sus niños como lo hacía su madre, hizo lo más que pudo, y comenta: “Nuestros niños lo recuerdan con placer”. 

¡Planifique! Por haber dejado de manejar hace poco, Margaret debe planificar con anticipación las diligencias en la calle. Los martes, una amiga la lleva a una tienda de reventa donde las dos mujeres sirven como voluntarias. 

Ella termina media hora antes que la conductora, y pasa esos treinta minutos en el supermercado que está junto a la tienda. Sin embargo, esa práctica no es nueva. Hace años, con cinco niños y sin carro, Margaret tenía que planificar muy bien sus compras del día sábado. “Tenía que tener cuidado de no comprar más de lo que pudiera llevar el trayecto de una milla en dos bolsas, por lo que no podía comprar azúcar, harina y manteca la misma semana. 

Y una nunca decía: ‘Ay, me falta tal cosa’, para correr a buscarla en la tienda”. También aprendió a utilizar alimentos que requerían menos frecuencia de reabastecimiento. “Yo le tengo más confianza a los alimentos enlatados que a los congelados. Y no consumimos muchas carnes”. 

¡Memorice las escrituras! Finalmente, Margaret aborda el tema que esperaba tratar: cómo ayudar a los niños a asimilar la Palabra de Dios. De hecho, La Biblia al Día surgió de la idea que tuvo su esposo de parafrasear los pasajes de la Biblia para que los niños pudieran entenderlos fácilmente. 

“Pero no enfatizamos la memorización de las Escrituras”, dice ella. “Esto fue casi increíble. Nuestro nieto y su esposa tienen cinco niños de 9, 8, 6, 4 y 1 años. Ellos memorizaron Isaías 53, y lo nos lo recitaron en los días navideños”. 

Ella señala que no esperaban que los dos más pequeños lo memorizaran, ¡pero el de cuatro años aprendió el pasaje de tanto oírlo repetir a la familia! Margaret comprende que los niños “no lo entienden necesariamente”, a estas alturas, pero ella dice que eso no importa con tal de que los versículos se les graben. Ella sabe que “después ellos los entenderán y estarán agradecidos”. 

Al pedirle que resumiera para las jóvenes mamás los beneficios de la memorización de las Escrituras, Margaret responde con uno de los versículos que ha memorizado, el salmo 119:11: En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. 

sábado, 24 de marzo de 2018

¿Quée Serás Cuando La Edad Avance, Mayor O Viejo?


Algunos jóvenes son viejos porque viven sin ilusión. La edad no marca al hombre si éste lucha contra el tiempo. La vejez es un estado de ánimo. No por ser mayor se ha de ser viejo…


Es mayor quien tiene mucha edad; viejo, quien perdió la jovialidad.



La edad causa la degeneración de las células; la vejez produce el deterioro del espíritu.



Usted es mayor cuando se pregunta si vale la pena; usted es viejo cuando sin pensar, responde que no.


Usted es mayor cuando sueña; usted es viejo cuando apenas consigue dormir.

Usted es mayor cuando todavía aprende; usted es viejo cuando ya no enseña.

Usted es mayor cuando consigue hacer ejercicios; usted es viejo cuando la mayor parte de su tiempo, lo pasa sentado o acostado.

Usted es mayor cuando el día que comienza es único; es viejo cuando todos los días son iguales.

Usted es mayor cuando en su agenda tiene proyectos y obligaciones para cumplir mañana, pasado o la semana que viene; es viejo cuando su agenda está en blanco y solo vive pensando en los “ayeres”

El mayor trata de renovarse cada día que comienza; el viejo se detiene a pensar que ese puede ser el último de sus días y se deprime, porque mientras el mayor pone la vista en el horizonte, donde el sol sale e ilumina sus esperanzas, el viejo tiene cataratas que miran las sombras del ayer.

En suma, el mayor puede tener la misma edad cronológica que el viejo, ya que sus diferencias están en su espíritu o en su corazón: el tiempo ha madurado al mayor; al viejo, lo ha acabado.

Que todos los mayores vivan una larga vida y nunca lleguen a ser “VIEJOS” y el que este viejo que aprenda a disfrutar como el “MAYOR”, de cada minuto de su día!!!

Tu decides que quieres ser?? MAYOR o VIEJO.


Fuente: sitiodeesperanza.com

Conservar La Amistad Como Un Tesoro Encontrado

Resultado de imagen para amistades

Lo normal es que nos guste tener amigos: el ser humano es social por naturaleza, crece y madura con el trato con otras personas. Y así como la familia nos proporciona fundamentalmente compañía, afecto cotidiano, apoyo incondicional, estabilidad emocional y una dimensión trascendental de la vida (un proyecto compartido, el progreso de nuestros hijos), los amigos aportan preferentemente aire fresco, diversidad, entretenimiento, la posibilidad de desarrollar aficiones y de comunicarnos en un ambiente de cordialidad y desenfado. Y, no pocas veces, la oportunidad de evadirnos de los problemas cotidianos.

Pero no todos los amigos son igual de importantes; hablemos hoy de esos que muestran interés por lo que nos ocurre, de los que siempre están dispuestos a aportarnos consejo, apoyo, cercanía y afecto; en otras palabras, los buenos amigos, los imprescindibles.

La mayor parte de nosotros tiene amigos, o los ha tenido. Pero, con el paso del tiempo, cambiamos de manera de ser, nos casamos y tenemos hijos y eso nos lleva a centrarnos en otras prioridades. Otros obstáculos son la distancia motivada, por ejemplo, por un cambio de residencia. Un posible freno más: compartir amigos con nuestra pareja y con sus amigos.

No se trata de tener muchos amigos, sino los suficientes para satisfacer nuestras necesidades de relación social

Además, conforme pasan los años, algunos tendemos a volvernos más reservados, egoístas, maniáticos o individualistas. Así, nos hacemos exigentes y menos abiertos, tolerantes y comprensivos, con lo que nos cuesta hacer nuevos amigos e incluso mantener los que teníamos.

Con lo fácil que es perder un amigo, qué difícil resulta recuperarlo, pensamos, como si la culpa no fuera nuestra. Pero sepamos que una persona que muestra capacidad para hacer nuevos amigos evidencia una apertura mental y una sociabilidad superiores a quien se ve incapaz para conseguirlo.

Dar y recibir

La amistad es una relación de reciprocidad. No vale que se quiera mantener una amistad con alguien, ambas personas han de desearlo y deben participar de un similar concepto de lo que significa la amistad y de la implicación que conlleva. Para reflexionar y para decidir sobre nuestras dudas, para admitir sin derrumbarnos las frustraciones y el dolor, necesitamos experiencias, conocimientos y seguridades que han provenir también de nuestro exterior y de nuestra familia.

Gracias a los amigos nos vamos conociendo, nos desarrollamos y tenemos la compañía necesaria para recorrer la vida sin miedo excesivo a las caídas, ya que actúan como amortiguador, como un punto de apoyo para seguir adelante. No con todos los amigos mantenemos la misma cercanía emocional. La diferencia estriba en cuánto y cómo compartimos, en el grado de implicación e intimidad en el que interactuamos. Las situaciones difíciles por las que todos pasamos se encargan de distinguir la calidad de nuestras amistades. Porque es muy habitual que amigos de toda la vida mantengan una relación superficial en la que compartir el tiempo de ocio es la única plasmación de la relación.

Por otro lado, la relación que mantenemos con los amigos es diferente a la de pareja, actúan en planos distintos de nuestra vida, complementarios pero difícilmente asimilables. Podemos compartir amigos con nuestra pareja, pero es mejor mantener algunos que sean exclusivamente nuestros.

Fuente: sitiodeesperanza.com

Sanando Las Heridas Del Alma - La Amargura

Deprimida mujer sentada en la silla mientras otras dos mujeres consolando — Foto de Stock

Soltando las Heridas" Ningún ser humano puede vivir con amargura porque la amargura es veneno contra el alma y que el perdón acarrea la sanidad de Dios en nuestra vida. Textos (Mateo 18: 21-22) (Efesios 4:31-32)
 Ningún persona puede ser un mensajero de paz llevando amargura en su corazón, porque la amargura es veneno para el alma. Y un mensajero de paz, debe establecer la paz en su hogar, en su trabajo, en la iglesia, en cualquier lado donde se encuentre.

La amargura, puede transformar completamente el carácter de una persona; habrá en él: Dureza, severidad, rencor y odio, y por lo tanto, no será posible que su rostro, su corazón, su alma, todo su ser, reflejen la paz de Jesucristo. En vez de ser un mensajero de paz, será un mensajero de la amargura.

El veneno de la amargura se manifiesta al hablar ya que el tema de conversación será las ofensas y las heridas sufridas. La amargura produce en la persona los deseos de venganza en contra de aquellos considerados como los causantes y responsables de la herida.

La raíz de amargura se detecta, primeramente a través de lo que la persona dice y luego, en sus actitudes y acciones. Un espíritu amargo es difícil de tolerar, a menos que uno mismo lo posea.

1. ¿CÓMO SE ORIGINA LA AMARGURA?
Según el diccionario, la palabra amargura significa: Aflicción, sinsabor, disgusto, pesadumbre, melancolía. Y se origina de la siguiente manera:

Se recibe una ofensa y no se perdona.
Al no perdonar, la ofensa se traduce en Ira.
Posteriormente, la Ira se traduce en resentimiento.
Y el resentimiento da lugar a la amargura.
Sí la amargura no la eliminamos, le dará paso a la depresión.
De allí que la Biblia, como el manual de la vida, nos invita a perdonar cuando hemos recibido una ofensa.

En una ocasión, el apóstol Pedro, le preguntó a Jesús: ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aún hasta 70 veces siete (Mateo 18: 21-22) El apóstol San Pablo escribió en su epístola a los cristianos de efeso, lo siguiente: Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, calumnias y toda malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo (Efesios 4:31-32)

De acuerdo con el mandato del apóstol, el vivir la vida cristiana no consiste en observar una lista de prohibiciones, sino en cultivar virtudes positivas , desechando las negativas

En el griego, la traducción mas acertada para la palabra “ sean “ es: Sigan demostrando ser benignos o bondadosos. Misericordiosos, significa: De corazón tierno. Perdónense mutuamente: La única manera de perdonar es por medio del perdón Divino que nosotros mismos hemos recibido ya de Cristo.

RECUERDE ;Sí hemos recibido el perdón, también debemos darlo a los que nos ofenden.
La amargura deja en las personas una secuela de relaciones destruidas.

A la persona amargada le preocupa muy poco interrumpir la amistad con una persona; así mismo, con frecuencia manifiesta dureza y severidad. El precio de la amargura es muy alto, no hay quien sobreviva a su veneno. Al estar encerrada en si misma, la persona amargada es invadida por la soledad.

2. LAS CONSECUENCIAS DE LA AMARGURA.La Biblia enseña que las relaciones interrumpidasprovocan obscuridad a la vida. El apóstol Juan escribió: Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a donde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos (1 Juan 2:11)
El rechazo puede entregarnos en manos del odio. Cuando hay odio, las tinieblas llegan y el rumbo se pierde. Se pierde la perspectiva de la vida y todas las relaciones son distorsionadas.

El juicio se vuelve defectuosoLa ruptura de relaciones lleva a la persona a ser insensible. La dureza empieza a invadir el alma.
La persona se vuelve inconsciente de las heridas que pueda estar causando a los demás, a través de palabras, acciones y actitudes. La persona encerrada en sí misma, la influyen sentimientos egocéntricos y no considera los sentimientos y necesidades de otros.

Este endurecimiento del alma lleva a la persona a perder la capacidad de sentir y el alma que no siente está muerta. Esta raíz de amargura no solo contamina a la persona que la lleva, sino a todos aquellos que lo rodean.

Esta advertencia quedó clara de parte del autor de la epístola a los Hebreos: Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raízde amargura, os estorbe, y por ella, muchos sean contaminados (Hebreos 12:15).

3. UN PASAJE BIBLICO QUE NOS PUEDE AYUDAR.

La continuación del pasaje que ya mencionamos, cuando Pedro pregunta a Jesús hasta cuantas veces debe perdonar, es el siguiente:

Por eso, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al comenzar a hacerlo, se le presentó uno que le debía muchos millones. Como aquel funcionario no tenía con que pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía, para que quedara pagada la deuda.

El funcionario se arrodilló delante del rey y le rogó: Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo. Y el rey tuvo compasión de él; así que le perdonó la deuda y lo puso en libertad. Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero suyo al que le debía una pequeña cantidad. Lo agarró por el cuello y empezó a estrangularlo, diciéndole: !Págame lo que me debes! El compañero, arrodillándose delante de él, le rogó diciéndole: Ten paciencia conmigo y yo te lo pagaré todo.

Pero el otro no quiso, sino que lo hizo meter en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Esto dolió mucho a los otros funcionarios, que fueron a contarle al rey todo lo sucedido. Entonces el rey lo mandó llamar, y le dijo: !Malvado! Yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo rogaste. Pues tu también debiste tener compasión de tu compañero, del modo que yo tuve compasión de ti. Y tanto se enojó el rey que ordenó castigarlo hasta que pagara todo lo que debía. Y Jesús añadió: Así hará también con ustedes mi Padre celestial, si cada uno de ustedes no perdona de corazón a su hermano (Mateo 18:23-35)

En este pasaje hay algunas palabras clave:

Le perdonó la deuda y lo puso en libertad. La palabra perdón en el griego, tiene un significado literal de dejar ir, remitir, cancelar. La palabra libertad, en griego también significa: Soltar, descargar a alguien de algo. Y estas palabras nos llevan a los pasos que tenemos que dar para despojarnos de las heridas, el resentimiento y la amargura: Perdona las ofensas recibidas. (Padre nuestro). 

El perdón libera al ofensor de todo lo que debe. El amor cristiano manifestado, libera a la persona ofendida del peso del dolor. El verdadero cristiano (hijo de Dios), sabe que perdonar es la voluntad de Dios y sabe que sí lo pide, Dios lo llenará de Su amor para que pueda compartirlo con el ofensor. Cuando no perdonamos, liberamos la acción del tormento y comenzamos a ser atormentados. El tormento es la amargura por no perdonar, el resentimiento que nos azota, la falta de sueño, el odio, el desajuste físico, y sobre todo, la falta de comunión con Dios. 
Mientras nos mantengamos sujetos a las heridas que otros nos causaron, permaneceremos sujetos al pasado. No tenemos la libertad para vivir en el presente. La amargura del pasado, influye en las relaciones del presente. Al retener el pecado de la otra persona, nos hacemos semejantes a ella.

Libera o suelta a la(s) persona(s) que te haya(n) ofendido de toda responsabilidad y obligaciones de las que crees tener derecho. Al perdonar estamos desatando al ofensor. Esta es la llave para tu libertad, de lo contrario permanecerás atado a él. Cada que lo veas o te enfrentes con él o sepas algo de él, el odio, el rencor y el resentimiento aparecerán y estarás preso, atado a él y no tendrás la libertad que todo ser humano necesita para ver la vida con esperanza y amor. Sí no concedemos la libertad o soltamos al ofensor, estaremos frenando la obra de Dios en nosotros porque no estamos listos para continuar en el desarrollo de la vida cristiana.

Estamos frenando a Dios, el tampoco nos podrá conceder el perdón que necesitamos para sentir y experimentar la verdadera libertad. Recuerda: ¡Libera y perdona a quien te ha ofendido, y Dios te liberará de la herida! Sí no lo haces, estarás preso en tu pecado.

Cuándo recibas una ofensa, ¡Decide perdonar y serás libre!


Fuente: sitiodeesperanza.com

miércoles, 14 de marzo de 2018

¿Te Sientes Cansado (A) Y Sin Fuerzas?

Resultado de imagen para cansado

“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” Isaías 40:29
A veces hay una incomodidad en tu vida que no te permite tener paz, esa sensación que turba tu mente y tu espíritu producida quizá por diferentes episodios que has tenido que vivir los últimos días.
Y es que pareciera que hay días que andamos en rachados, recibimos diferentes problemas, enfrentamientos, discusiones o palabras que lo único que han hecho es distraernos, ponernos de mal humor quizá o simplemente desanimarnos.
Y es que el hecho de que te desanimes por situaciones como esas no es cosa anormal, somos vulnerables todos, por muy fuerte que creas que eres, hay momento en donde todo acumulado te hace sentirte cansado, débil, sin fuerzas, con ganas de rendirte o de parar.
Son difíciles esos momentos en donde existe una incomodidad que no sabes identificar exactamente porque está allí o que la produjo, en donde solo puedes deducir que es el resultado de tus últimos días.
Para esos momentos en donde te sientes incomodo, cansado, desgastado, sin fuerzas y con sensaciones de no querer seguir, hay una formula maravillosa que nunca falla.
En esos momentos en donde lo que quisiéramos es salir huyendo hacia algún lado para olvidarnos de todo, lo que realmente necesitamos es ir a un lugar a solas, cerrar nuestros ojos, pensar en el Señor y hablar con toda sinceridad con Él, cuéntale como te sientes, cuéntale lo que te pasa y entonces algo maravilloso pasara.
De pronto sentirás tus lagrimas correr sobre tus mejillas, como consecuencia de tu encuentro con Dios, quizá lloraras como un niño, pero que lindo es que estas en los brazos de tu Padre. Llorar no es malo, al contrario muchas veces nos ayuda a sacar aquello que hasta ese momento no podíamos sacar, es como que si Dios hubiera creado el llanto como un escape a esas emociones encontradas  y a esos episodios de tristeza que sentimos.
Después de estar delante del Señor por algunos minutos estoy seguro que te sentirás mejor, pues la idea no tendría que ser rendirse, al contrario, la idea es recobrar el ánimo, las fuerzas y la voluntad para seguir luchando.
Hay una cosa que tienes que entender y es que a pesar de las diferentes situaciones que te toquen experimentar, Dios estará contigo, Él nunca te dejará, Él estará a tu lado aun en esos momentos de crisis, aun en esos momentos de confusión, y es que el hecho que te sientas sin fuerza y cansado, no quiere decir que Dios no esté allí para abrazarte y que recobres la fuerza.
Quizá hoy te sientas cansado y sin fuerzas, pero un encuentro personal con Dios puede cambiar tu actual estado, por eso hoy quiero motivarte con todo mi corazón a que vayas y deposites delante del Señor todas esas cargas que te han estado agobiando, ¿Cómo?, pues ve a un lugar a solas, cierra tus ojos, piensa en el Señor y comienza a hablar con Él como hablaras con tu mejor amigo, entonces Dios comenzara a abrazarte y a renovar tus fuerzas, porque Él está allí mismo contigo.
¡Vamos! ¡Levántate! Ve a ese encuentro maravilloso con tu Señor y estoy seguro que saldrás renovado totalmente, porque en esos momentos en donde nos sentimos cansados y sin fuerzas, lo que realmente necesitamos es encontrarnos con nuestro Padre.
“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” Isaías 40:29 (Reina-Valera 1960)

¡Dios renueva tus fuerzas!