lunes, 28 de noviembre de 2016

¿Está Sumido En Desesperación? Acuda A Dios Ahora…

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Si está atravesando una crisis, entréguela en manos de Dios en oración
1. Lectura Bíblica: Salmos 69:32, 33
2. Versículo para memorizar:
“Lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón. Porque Jehová oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros” (Salmos 69:32, 33).
3. Reflexión en la Palabra de Dios:

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Las playas suelen ser atrayentes, sobre todo en las mañanas cuando el sol camina perezoso hacia la cumbre y su calor comienza a bañar el cuerpo como una sábana ligera que sólo podemos percibir cuando nos cubre totalmente.
Ryan Caskey tenía en mente disfrutar la jornada al vaivén de las olas que morían en la playa, y se dejó llevar por las ondulaciones de agua salada que poco a poco lo llevaron mar adentro. Cerró sus ojos para mecerse con desgano.
No recuerda en qué momento, pero cuando tomó conciencia del peligro, estaba a más de un kilómetro de la playa en la que las figuras de hombres y mujeres tenían la dimensión de manchas pequeñas que se confundían con la arena blanca.
Comenzó a nadar, pero pronto perdió las fuerzas. Por momentos lo intentaba, pero el agua lo volvía a arrojar mar adentro.
Dios mío, ayúdame…— musitó cuando comprendió la gravedad de su situación. Para entonces se dejaba hundir. Por momentos quiso abandonarlo todo y perderse en la profundidad. Pero temía morir. Ese miedo le llevó a intentar sobrevivir a como diera lugar sacando fuerzas de donde no las tenía.
Ryan aguantó tres horas y media. Los minutos se le hicieron eternos. Fue rescatado por una patrulla aérea que lo izó a un helicóptero y le salvó la vida. Desde las alturas pudo dimensionar la enorme distancia que lo separaba de tierra firme.
 

Si Dios no me hubiese ayudado, sin duda me habría dejado morir…— explicó al equipo de paramédicos que le atendió minutos después.
Hay momentos en los que, al igual que Ryan, sentimos que todo está perdido y que no vale la pena intentarlo. Quisiéramos renunciar a todo. Las cosas van mal y cada nuevo esfuerzo termina la desesperanza.
Nos quedan dos opciones: la primera, resignarnos a una situación de crisis permanente, en la que todas las corrientes están en contra de nosotros, y la segunda, depositar nuestra confianza en Dios quien nos lleva de victoria en victoria. La clave es justamente esa: depositar en Él nuestra confianza.
Probablemente se encuentra en medio de una situación difícil. Enfrenta problemas con su trabajo, con la familia o donde quiera que desenvuelva. El panorama luce desalentador. Probablemente se siente luchando contra la corriente, totalmente desesperanzada, como si Dios lo deja solo; sin embargo es hora de recobrar el ánimo. Dios está a su lado.
Al referirse al socorro de Dios, el salmista escribió: “Lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón. Porque Jehová oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros” (Salmos 69:32, 33).
En los momentos de mayor desespero, tal vez porque perdió el empleo, porque las deudas lo agobian, porque reinan los problemas en su hogar o tal vez porque ha roto la relación con sus hijos, es probable que miremos todo ensombrecido a nuestro alrededor. Pero no es hora de rendirnos.
Una decisión que le invito a tomar hoy es que reciba a Jesucristo como su Señor y Salvador. Le puedo asegurar que no se arrepentirá. Emprenderá el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual. Hágalo ahora mismo…
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4. preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a. ¿Buscamos a Dios en medio de la crisis?
b. ¿Hemos encontrado soluciones cuando sometemos las crisis a Dios?
c. ¿Qué nos ha impedido orar a Dios cuando hay dificultades?
d. ¿Estamos desarrollando fe en Dios para salir del laberinto?
e. Desde hoy someteré mis situaciones de crisis en manos de Dios

Escrito por: Fernando Alexis Jiménez
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Diez Razones Por Las Que Alabo A Dios - Reflexión

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Siéntete en la libertad de añadir tus propias razones para alabar a Dios en la sección de comentarios al final. ¡Bendiciones!
1.- Alabo a Dios porque Él es Dios.
2.- Alabo a Dios porque Él creó el universo.
3.- Alabo a Dios porque Él creó este pequeño ser que soy yo.
4.- Alabo a Dios porque Él envió a su Hijo para salvarme de mi pecado.
5.- Alabo a Dios porque Él me sostiene y me fortalece diariamente con el poder de su Santo Espíritu.
6.- Alabo a Dios porque Él me ha dado tanto una familia biológica como una espiritual.
7.- Alabo a Dios porque Él me ha dado dones y talentos para usarlos en la extensión de su Reino.
8.- Alabo a Dios porque Él es tan amable, tierno y misericordioso en todos sus tratos conmigo. Me habla por su Palabra para que yo le pueda responder en oración.
9.- Alabo a Dios porque Él volverá pronto.
10.- Alabo a Dios porque él ha prometido que pasaré todo la eternidad con Él.

Escrito por Will Graham

En El Lugar Secreto – Reflexión


¿Cómo nos trae el Señor consuelo y paz en tiempos de aflicción? Nos lleva al lugar secreto de intimidad con Él. Jesús nos recuerda que es allí donde el Padre nos toca personalmente: “Cuando ores, ve a tu aposento y cierra la puerta. Ora a tu Padre que te ve en lo secreto y Él te recompensará públicamente” (Mateo 6:6, mi parafraseo).
Recientemente, un querido amigo mío – el obispo de un movimiento Pentecostal en Hungría – murió trágicamente en un accidente. El horno de su casa se prendió en fuego y él sufrió graves quemaduras. Fue tratado y se pensó que estaría bien, pero unos días después murió repentinamente por unos coágulos sanguíneos que se habían formado.
Amigos alrededor de todo el mundo están apoyando y orando por su viuda. Pero el verdadero consuelo para ella solo puede venir de lo alto. No hay psicólogo que pueda ayudarla en su profundo dolor. El Consolador es fiel para encontrarse con ella en el lugar secreto de la oración.
Soy consciente de que no puedo alcanzar personalmente a los cientos de creyentes heridos que nos escriben. Recibimos una carta de una esposa de pastor embarazada, que acaba de descubrir que su esposo es un pedófilo. Ella escribe: “No sé qué hacer, pero creo que debo divorciarme de mi marido. No quiero que abuse de nuestro hijo”.
Hay una sola cosa que cada hermano o hermana que sufre puede hacer: Llevarlo todo a Jesús, encerrarse con Él, y encontrar consuelo en su presencia. El Señor dice: “Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida” (Jeremías 31:25). ¿Cómo hace esto Dios? Él nos encuentra en el lugar secreto: “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente” (Salmo 91:1).
¿Ves ahora la importancia de preparar el corazón para orar en el lugar secreto? No se trata de legalismo u obligación, sino de amor. Se trata de la bondad de Dios hacia nosotros. Él conoce el futuro y sabe que necesitamos tremendos recursos y renovación diaria. Todo esto se encuentra en el lugar secreto de la oración con Él.
Quizás pienses que no sabes cómo orar, pero puedes comenzar por simplemente alabarlo. Lo que importa es que llegues a ese lugar por la fe, por amor en obediencia y tu Padre te verá allí. Él te revelará su amor en el lugar secreto, y te recompensará públicamente con el fruto de su reino. El Espíritu Santo intercederá por ti y te enseñará cómo orar.

Fuente: http://sermons.worldchallenge.org/node/11981

sábado, 19 de noviembre de 2016

Siete Maneras de Hacerle Daño A Tu Pastor – Reflexión



Si de verdad quieres hacerle daño a tu pastor, este artículo es para ti.

Solo en la semana pasada, tuve varias conversaciones con docenas de pastores. Estos pastores aman a sus iglesias y a sus miembros, y están verdaderamente comprometidos con sus llamados.
Pero son personas verdaderas, que pueden ser verdaderamente heridas.
Los pastores con los que hablé la semana pasada compartieron conmigo siete temas comunes acerca de las cosas que más daño les hacen. Así que, si quieres de verdad hacerle daño a tu pastor, sigue estas instrucciones con cuidado:
1. Critica a la familia del pastor. Hay pocas cosas tan dolorosas para los pastores como el criticar a sus familias, especialmente si las críticas están relacionadas con asuntos de la iglesia.
2. Dile al pastor que se le paga demasiado. Hay muy pocos pastores que ganan mucho dinero. Pero sí hay un cierto número de miembros de la iglesia a los que les gustaría hacer sentir mal al pastor por lo que gana.
3. No defiendas al pastor. Los críticos pueden ser muy hirientes. Pero aún más hiriente son los que permanecen en silencio mientras su pastor es atacado verbalmente. El silencio, en este caso, no es de ayuda.
4. Dile a tu pastor lo fácil que es su trabajo. Puede doler de verdad cuando alguien sugiere que un pastor en realidad solamente trabaja unas diez horas por semana. Algunos de hecho creen que los pastores tienen varios días libres a la semana.
5. Sé constantemente negativo. Normalmente, los pastores pueden lidiar con las críticas ocasionales. Pero las relaciones con los miembros de la iglesia que son constantemente negativos son verdaderamente dolorosas. ¿Cómo sabes que has tenido éxito en este sentido? Cuando el pastor huye en la dirección opuesta al verte.
6. Haz comentarios acerca de los gastos del pastor. Lo oí de un pastor la semana pasada. Un miembro de la iglesia le preguntó: “¿Cómo puede darse el lujo de ir a Disney World?” Oh, wao.
7. Compara desfavorablemente el ministerio y la predicación de tu pastor con los de otro pastor. Muchas veces un miembro de la congregación quiere que sepa lo mucho que le gusta el pastor que escucha por internet comparado su propio pastor. Si realmente quieres hacerle daño a tu pastor, asegúrate de que él sepa lo inferior que es.
Así que, si el objetivo de tu vida es herir a tu pastor, uno o más de estos enfoques funcionará bien.
Pero, si eres como la mayoría de los buenos miembros de la iglesia, querrás lo mejor para tu pastor. Así que haz lo contrario de estos siete.
Y si te preocupa que tu pastor no se mantenga humilde a menos que alguien lo ponga en su lugar, no te preocupes. Siempre habrá un montón de esos otros miembros de la iglesia a su alrededor.

Fuente: ThomRainer.com. Traducido por Manuel Bento.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Dios Restaura Un Matrimonio En Crisis - Reflexión


En Dios toda situación de crisis matrimonial encuentra solución

1.- Lectura Bíblica: 1 Corintios 13:4-7; Efesios 5:23-26
2.- Meditación familiar:

El día que Marcela decidió no enfrentarse con su marido, sino guardar silencio hasta que pasara su molestia, la relación dejó de ser tirante y se dieron los primeros pasos para lograr el entendimiento de pareja.
“Reconozco que antes reaccionaba ante la primera provocación de mi marido. Ahora las cosas son diferentes. Espero que me pase la rabia y ahí es cuando procuro el diálogo”, dijo cuando se le preguntó el secreto para recobrar la armonía.
Admitió que debió pedirle a Dios, una y otra vez, que le permitiera perdonar a su esposo y que trajera sanidad a su alma. “Fue el comienzo de una nueva vida”, explica.
El apóstol Pablo escribió una hermosa definición del amor verdadero, que debe primar en el matrimonio y en el conjunto de nuestras relaciones interpersonales:

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. (1 Corintios 13:4-7).



Pese a ello, si colocamos la mano en nuestro corazón para hacer una evaluación honesta, descubriremos que no cumplimos ni la mínima parte de los postulados descritos por el gran misionero del primer siglo. Nos hace falta mucho, porque generalmente prevalece el orgullo. Se convierte en el principal enemigo de la relación de pareja.

domingo, 6 de noviembre de 2016

10 Hábitos De Las Parejas Felices - Reflexiones



“¿Qué se necesita para ser feliz en una relación?” es la pregunta que plantea el doctor Mark Goulston, psiquiatra, consultor empresarial, y conferencista internacional, quien propone algunos consejos para mejorar la vida en pareja.


Si bien no existe un secreto mágico para lograrlo, Goulston plantea que su experiencia le ha hecho notar que las parejas más felices suelen tener ciertos hábitos que contribuyen a su bienestar.

1. Van a la cama al mismo tiempo

Según Goulston, las parejas felices suelen resistir a la tentación de ir a acostarse en diferentes momentos. “Van a la cama al mismo tiempo, incluso si uno de los dos se levanta luego para hacer cosas mientras su pareja duerme”, dice, añadiendo que “cuando tocan su piel aún sienten un pequeño hormigueo, a menos que uno o ambos estén tan agotados como para sentirse sexualmente excitados”.

2. Cultivan intereses comunes

Cuando la pasión baja sus niveles, es común que las parejas se den cuenta que tienen pocos intereses en común. Por ello, no hay que restarle importancia a las actividades que pueden desarrollar y disfrutar en conjunto, dice el experto.
“Si los intereses comunes no están presentes, las parejas felices los desarrollan”, señala, recomendando también tener actividades por separado, para que la relación no se vuelva demasiado dependiente.

3. Caminan de la mano o van uno al lado del otro

En lugar de que uno de los dos se vaya quedando atrás porque camina más lento o se detiene a ver algo, Goulston recomienda andar cómodamente al lado de la pareja, y mejor aún si se toman la mano. Si uno quiere parar a observar alguna cosa, es mejor hacerlo juntos, o se pierde el sentido de compañía.

4. Confían y perdonan

En los desacuerdos o discusiones rutinarias que no llegan a resolución, las parejas felices no se desgastan, se perdonan mutuamente y confían el uno en el otro, en lugar de guardar rencor y mantenerse de mala gana en la relación.

5. Se centran más en lo que su pareja hace bien que en lo que hace mal

Si comienzas a buscar cosas malas en tu pareja, siempre encontrarás algo. Si haces lo contrario, es decir, buscas lo bueno, también hallarás cosas. “Todo depende de lo que quieres buscar. Las parejas felices acentúan lo positivo”, dice el experto.

6. Se abrazan al reencontrarse después del trabajo o actividades

“Nuestra piel tiene una memoria de “buenas caricias” (amor), “malas caricias” (abuso) y “sin caricias” (descuido). Las parejas que se saludan con un abrazo mantienen su piel bañada por “buenas caricias”, afirma Mark.

7. Dicen “te amo” y “que tengas un buen día” todas las mañanas

Es una manera de cultivar la paciencia y la tolerancia, pues es una buena forma de empezar un día que depara problemas, dificultades y otras molestias que podrían darse en el trabajo.

8. Dicen “Buenas noches” cada noche, independientemente de cómo se sientan

“Esto le dice a tu pareja que, sin importar lo mal que estás con él o ella, aún quieres estar en la relación. Dice que lo que tú y tu pareja tienen es más grande que cualquier incidente perturbador”, explica el psiquiatra.

9. Llaman o envían un pequeño mensaje a su pareja durante el día

Llamar o enviar un pequeño mensaje preguntando como va el día del otro, es un hábito de las parejas felices, dice Goulston. Ayuda a mantener la complicidad y conexión aún cuando no se ven, y permite estar más en sintonía cuando se ven después del trabajo. Puedes saber si tu pareja está teniendo un día horrible o tuvo un gran logro que pueden compartir cuando se reencuentren.

10. Se sienten orgullosos de estar con su pareja

A las parejas felices les gustan verse juntos y cuando están en público suelen darse la mano, apoyar su mano sobre el hombro, espalda o rodilla del otro, etc. Muestran la conexión que existe entre ellos, a veces sin darse cuenta.

Goulston indica que un hábito es un comportamiento discreto que para transformarse en automático, necesita un poco esfuerzo para mantenerlo y cultivarlo. En este sentido, dice que aquellos que tienen problemas de pareja, pueden seleccionar uno de los puntos señalados y llevarlo a cabo. Además, si en un comienzo no funciona, aconseja no desesperarse y simplemente retomarlo.
Yo agregaría como elemento vital y determinante que juntos tengan una comunión espiritual genuina con el creador. No hablo de religión sino de una real relación con el Eterno creador. Jesús mismo lo dijo: “Sin mi nada podéis hacer”

Vamos caminemos en esa dirección sin ignorar los sabios y prácticos consejos del Dr. Mark Goulston

Dr. Serafín Contreras Galeano www.serafincontreras.com

No Dejes De Orar Ni Cantar - Reflexiones


Unos hombres llevaron a Pablo y a Silas ante las autoridades. Allí les dijeron a los jueces: “Estos judíos están causando problemas en nuestra ciudad. Enseñan costumbres que nosotros, los romanos, no podemos aceptar ni seguir”.

Entonces ordenaron que les quitaran la ropa y los golpearan en la espalda.Después, los soldados los metieron en la cárcel y le ordenaron al carcelero que los vigilara muy bien.Él los puso en la parte más escondida de la prisión, y les sujetó los pies con unas piezas de madera grandes y pesadas. Cerca de la media noche, Pablo y Silas oraban y cantaban alabanzas a Dios, mientras los otros prisioneros escuchaban. De repente, un fuerte temblor sacudió con violencia las paredes y los cimientos. En ese mismo instante, todas las puertas de la cárcel se abrieron y las cadenas de los prisioneros se soltaron.
Cuando el carcelero despertó y vio las puertas abiertas, pensó que los prisioneros se habían escapado. Sacó entonces su espada para matarse, pero Pablo le gritó: “¡No te mates! Todos estamos aquí”.

El carcelero pidió que le trajeran una lámpara, y entró corriendo a la cárcel. Cuando llegó junto a Pablo y a Silas, se arrodilló temblando de miedo, los sacó y les preguntó: -Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?
Ellos le respondieron: – Cree en el Señor Jesús, y tú y tu familia se salvarán.
Pablo y Silas compartieron el mensaje del Señor con el carcelero y con todos los que estaban en su casa. Después, cuando todavía era de noche, él los llevó a otro lugar y les lavó las heridas y les dio de comer. Luego, Pablo y Silas lo bautizaron a él y a toda su familia; estaban muy felices de haber creído en Dios.
Por la mañana, los jueces enviaron unos guardias a decirle al carcelero que los dejara libres. El les dijo: “Ya pueden irse tranquilos, pues los jueces me ordenaron dejarlos en libertad”.

Pero Pablo les respondió a los guardias: “Nosotros somos ciudadanos romanos. Los jueces ordenaron que nos golpearan delante de toda la gente de la ciudad, y nos pusieron en la cárcel, sin averiguar primero si éramos culpables o inocentes. ¿Y ahora quieren dejarnos ir sin que digamos nada, y sin que nadie se dé cuenta? ¡Pues no! No nos iremos; ¡que vengan ellos mismos a sacarnos!”

Los guardias fueron y les contaron todo eso a los jueces. Al oír los jueces que eran ciudadanos romanos, se asustaron mucho.Entonces fueron a disculparse con ellos, los sacaron de la cárcel y les pidieron que salieran de la ciudad.
Este pasaje me deja tres enseñanzas:

-Dios jamás nos desampara. A pesar de atravesar momentos difíciles, Él permanece fiel a nuestro lado, nos protege, fortalece y defiende nuestra causa, es nuestro mejor Abogado.
-Aun estando en la cárcel, Pablo y Silas oraban y cantaban alabanzas a Dios, en vez de quejarse, estar desanimados y preocupados.


-Dios usa a personas y diferentes circunstancias para cumplir sus propósitos. Si ellos no hubieran estado en la cárcel o si se hubieran escapado, el carcelero y su familia no hubieran recibido a Jesús como su único Salvador.

Si este día tú te encuentras enfrentando alguna situación complicada, te animo a no dudar de lo que Dios es capaz de hacer en tu vida. Él es Todopoderoso, no conoce imposibles. Es el único que puede hacer el milagro que estás esperando.

No te enfoques en tus problemas ni pierdas la esperanza, pon nuevamente tu mirada en Dios, porque Él nunca te fallará. Todo lo que estás pasando tiene un propósito que no sólo te bendecirá sino también a tu familia y a los que te rodean, porque la manera cómo enfrentes ésta circunstancia determinará el tamaño de tu fe y confianza puesta en Dios.
Si alguno de ustedes está triste, póngase a orar. Si está alegre, alabe a Dios con cánticos. Santiago 5:13 (TLA)

¡Tu actitud definirá tu victoria!  Fuente: Cvc la Voz

martes, 1 de noviembre de 2016

Técnicas Para Desarrollar Relaciones Sólidas En El Matrimonio

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1.    Despertar — hacer algo apasionante a la misma hora y en el mismo lugar;
2.    Humor — la risa nos hace más vulnerables ante otros;
3.    Amabilidad, adaptación, y perdón — son hábitos que ayudan en todo momento.
4.    Toque y sexualidad — un masaje en la espalda puede obrar maravillas; lo demás no requiere de explicación;
5.    Sinceridad — cuando se comparten asuntos secretos se fortalece la relación;
6.    Compromiso — un pacto, compromiso permanente de seguir adelante y pedir ayuda a Dios. También acudir a un consejero juntos cada tanto. 

El Tiempo De Espera Es Para Crecer


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Cuando entregamos nuestra vida a Dios, decidimos creerle y dejar que actúe en nosotros. Debemos entender que estamos asumiendo un reto y dando el paso hacia algo llamado transformación. Tengo muchos años de servir al Señor. Cuando tenía 14 años, Dios me alcanzó, he estado más de la mitad de mi vida en este hermoso proceso. No ha sido fácil, muchas veces he desmayado, me he cansado, desmotivado, frustrado y, al igual que tú, estoy en la sala de espera. Entiendo perfectamente lo que uno siente. Quizás hayamos recibido una promesa y los años pasan sin que veamos aún lo que tanto anhelamos con nuestros ojos físicos; o, por el contrario, hemos recibido una mala noticia y solo un milagro de Dios puede cambiar la situación. Sin embargo, también puedo dar testimonio que no soy la misma de algunos años atrás. Dios ha venido trabajando en mi vida de manera intensa, progresiva y constante. Debo confesar que también me he rendido a su voluntad y, aunque muchas veces me ha dolido, he permitido que me moldee. Hoy, veo parte de los frutos de esas decisiones.  
El tiempo de espera no es una etapa para frustrarse, amargarse y dejar que el desánimo nos gobierne. Se vale sentirse sin fuerzas o hacer “berrinche”, pero no es permitido quedarnos ahí estancados, hay que crecer y avanzar. De lo contrario, con nuestra actitud estaremos alejando más y más la respuesta a nuestra petición.
Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo(2 Pedro 3:18).
Debemos aprovechar la espera para crecer de manera integral. Es decir, tengo que trabajar para fortalecer mi fe y ser mejor persona. Es realmente hermoso sentarse a conversar con alguien que es feliz, pleno y completo. Aun cuando está esperando en Dios. Pero qué cansado es sentarse con alguien que solo se queja y se siente la persona más desgraciada del mundo solo porque aquello, que tanto anhela, no ha llegado. Más que un deseo, eso ha convertido en una obsesión. Repito, esto hace que nuestra respuesta se tarde más, ya que ese tipo de comportamiento es reflejo de que nuestro carácter y corazón todavía no están listos.
Quiero compartir contigo el proceso de crecimiento del bambú japonés; es maravilloso, y tiene mucha relación con nuestra vida.
No hay que ser agricultor experimentado para saber que toda semilla necesita ser cuidada, abonada y regada. Cuando alguien trabaja en el campo, sabe que toda semilla que se siembra tiene un tiempo específico para crecer y dar fruto. No es un proceso que podamos alterar humanamente, al menos de la forma más saludable posible.
El proceso del bambú japonés no es apto para impacientes; sin embargo, su resultado es sorprendente. Los primeros siete años no hay muestra alguna de que la semilla fuera fértil ni de que algo esté pasando. Podría ser muy fácil para nosotros decir que la tierra no era infértil la adecuada, que la siembra no valió la pena, que la semilla estaba mala y que deberíamos buscar una nueva.
Sin embargo, en secreto, debajo de la tierra, hay un milagro que llevándose a cabo que no es visible al ojo humano. Es, precisamente en ese sétimo año, en un periodo de solo seis semanas, que el bambú crece de manera sorprendente hasta 30 metros de altura. Quizás te preguntes: “¿Duró solamente seis semanas en crecer? La respuesta es no. Exactamente, duró siete años y seis semanas en crecer, ya que durante todos esos años el bambú creció hacia adentro, desarrollando raíces fuertes que lograran sostener todo el peso que iba a generar la altura que alcanzaría.
En la vida cotidiana, muchas veces queremos soluciones rápidas, sin importar si hay o no raíces sólidas que nos mantengan firmes en el momento de las pruebas o de los vientos fuertes.
¿Te logras identificar con este proceso?, Creo que es importante hacer una pausa y darle propósito a la espera. De todos modos, no podrás escapar de ella. Así que hazla tu aliada y colabora con el Espíritu Santo para que la obra de Dios se pueda desarrollar en ti.
Parte de nuestro crecimiento interior es amar a Dios, a los demás y servir. Cuando servimos, algo especial sucede en nosotros, porque nos sentimos útiles y no nos enfocamos solo en lo que estamos esperando. Cada día estamos llamados a crecer y dar un paso más en Dios. Debemos de cultivar: la fe, la virtud, el conocimiento, el dominio propio, la perseverancia, la piedad, la fraternidad, la oración y la lectura diaria de la Biblia. Esto nos permitirá echar raíces internas que serán la base para nuestra vida y nos prepararán para recibir nuestro milagro.

―Tomado de El valor de la espera  por Stephanie Campos. Publicado por Casa Creación. Usado con permiso.