Siempre una dama de honor… eso es lo que pensé que sería. Miré una amiga tras otra caminar el pasillo y decir “acepto” a su príncipe azul. Me preguntaba si alguna vez yo sería la novia. Había salido con varios muchachos quienes querían algo más serio, pero cuando empezaban a hablar al respecto, yo retrocedía rápidamente. El matrimonio es un gran compromiso, y no lo iba a tomar a la ligera. En todas mis relaciones nunca había sabido con certeza que ese hombre era el indicado para mí.
¿Cómo sabes con certeza? Le preguntaba a menudo a mis amigos o mentores espirituales. La respuesta fue siempre la misma, “solo lo sabes”. Gracias por aclarármelo.
¿Qué significa eso? Solo lo sabes. Sé muchas cosas hasta que cambie de opinión. Sabía que amaba el cobertor y almohadas que compré para mi habitación hasta que un año después decidí que necesitaba un cambio completo. Esto es trivial comparado a un matrimonio, pero la lógica me parecía la misma. Si estaba segura que esta persona era la indicada para casarme, ¿me sentiría así dos años después? ¿Qué tal en 20 años? Iba a firmar para estar con esa persona el resto de mi vida; tenía que estar segura.
¿Así qué cómo se sabe? Me gustaría ofrecer algunas ideas. Estas me ayudaron cuando enfrentaba la misma decisión.
En mi caso, ya conocía bien a Matt. Fuimos juntos a la universidad y nos convertimos en buenos amigos. Salimos en algunas citas, pero no me interesó más que su amistad. Pero ocho años después, esta se convirtió en algo más y empezamos a salir. A pesar de esto, no estaba segura si quería casarme con él.
Haz preguntas
¿Qué logró convencerme? Mucha conversación. Y no me refiero a que él tuvo que convencerme, sino que tuvimos que discutir muchas cosas. Quería saber todo sobre él, su anhelos, sueños, temores y sus expectativas del matrimonio, y todo lo que se me ocurriera preguntarle. Quise hablar de cada situación posible que pudiera salir en el matrimonio y ver cómo lo manejaría él.
Resulta que hay libros que ya tienen preguntas para estas parejas. Busqué en libros y en la Internet por respuestas adecuadas. Cuando estábamos juntos nos turnábamos el hacer preguntas. Ya que él no vivía cerca en ese momento, nos contestábamos por correo electrónico también. Acordábamos cuáles preguntas contestaríamos y nos enviábamos la respuesta el mismo día para no influir en la respuesta del otro. Nos conocimos mucho y lo que esperábamos el uno del otro.
Las preguntas iban desde cuántos hijos cada uno quería hasta dónde nos gustaría vivir, quién lavaría los trastes y sacaría la basura.
Es importante recordar que algunas personas son introvertidas y necesitan tiempo para procesar las cosas antes de contestar. Si tu pareja es una de esas personas, respete y permita que tome el tiempo necesario para responder. No tienes que hablar cada pregunta de una vez. Hazlas entre actividades y conversaciones. Pero, si encuentras que tu novio(a) evita responder ciertas preguntas o piensa que la idea de preguntas es una pérdida de tiempo, ten cuidado. A los muchachos y muchachas que no les gusta hablar de sus emociones, deberían comunicarse libremente con la persona que aman. Si no, puede ser una advertencia para tu relación.
Conoce la familia
Si tienes familiares “interesantes”, tal vez un padre sobre protector o un hermano molesto, el exponer a tu pareja a ratos prolongados con tu familia pueda dar miedo. Pero cuando te casas con alguien, también te casas con su familia. Vienen de la mano. Es importante que cada uno conozca bien a lo que se está metiendo.
No solo pase tiempo con la familia de la otra persona, sino discuta las experiencias de su niñez. La forma en que cada persona fue criado influye en su forma de creer y quienes son cuando se hacen adultos. Por ejemplo, ¿cómo pasaban sus vacaciones familiares? ¿Si quiera tomaban vacaciones familiares? ¿Cómo manejaban los conflictos en la familia?
¿Cómo manejan las finanzas? ¿Cuáles son sus tradiciones familiares? Parecen cosas simples, pero cuando combinas dos personas con tradiciones familiares muy distintas puede haber un gran pleito. Si conoces estas características familiares antes de tiempo, estarás más preparado para considerar en lo que creció cada uno y decidir cuáles tradiciones quieren mantener y cuáles desean cambiar.
Es importante también conocer los problemas que existen dentro de la familia. Si había abuso o alcoholismo en el pasado de alguno, es importante discutirlo.
Considere sus amigos
El amor puede realmente cegarnos. Muchas veces nuestros amigos pueden ver algo en nuestra relación que nosotros no podemos. ¿A tus amigos les gusta con quien sales? Si tus amigos expresan preocupación, no seas pronto para ignorarlos. Toma un tiempo para orar y considerar lo que ellos te han dicho para ver si en ello hay verdad alguna.
Toma tu tiempo
A pesar de lo que diga tu corazón (o reloj biológico), no debes estar apresurado en casarte. Es importante prepararte para este gran paso. ¿Estás listo emocionalmente? Deberías cuestionar tus motivos para querer casarte con esta persona. Si es para hacerte feliz o dejar de sentirte solo, puedes verte decepcionado luego de la boda. O si tienes heridas emocionales de tu pasado con los cuales no pudiste lidiar, quizás debas buscar consejo de estos asuntos antes de proceder con el matrimonio.
Las parejas también necesitan un tiempo para prepararse financieramente. El amor puede mantener a una pajera durante los tiempos difíciles, pero eso no paga la renta. Cuando te cases con alguien, su crédito historial y deudas son tuyas también. Asegúrate que tus finanzas están en orden y paga las deudas mayores antes de casarte.
Oración
Quizás el paso más importante al momento de decidir si te casas o no, es la oración. Dios nos creó y nos conoce mejor que nosotros mismos. Él sabe qué persona será la mejor para nosotros, y nos dirá si estamos dispuestos a escucharle. La clave está en obedecerle. Si le preguntamos a Dios si esta es la persona indicada, no podemos taparnos los oídos porque la respuesta no nos parece. Déjale tu relación a Dios desde el comienzo y debes estar dispuesto a confiar en su guía.
Solo lo sabes
Luego de todo esto, tendrás una mejor perspectiva de con quien sales y qué espera cada uno en el matrimonio. Siempre habrá alguno nuevo que aprender el uno del otro si se casan, pero el conocer lo más que se pueda desde el comienzo hará que la transición al matrimonio, sea más fácil.
¿Así qué cómo se sabe con certeza? Creo que mis amigos tenían razón al decir “solo se sabe” pero no es por un sentimiento mágico que te dice que todo está bien en el mundo. El estar cerciorado viene de pasar tiempo contemplando lo que tienen en común, sus diferencias, y como van juntos. Viene de pedirle a Dios en oración que si esto es su voluntad para ti. Y viene de tomar la decisión en tu corazón que le serás fiel no importa lo que venga. Cuando esto se combina y sientes la paz completa de Dios sobre la decisión tomada, entonces sabes con certeza.
No significa que no encontrarás problemas en el camino dentro de la relación. Pero más bien que a pesar de lo que venga puedes saber que Dios les unió y Él les guiará.