viernes, 28 de junio de 2019

La Importancia De Mostrar Una Buena Actitud

Resultado de imagen para hombre feliz

El equipo de básketbol de la escuela secundaria en el que jugaba no estaba logrando una buena temporada, así que un día el entrenador tuvo una de esas reuniones con el equipo en la que todos los jugadores estaban en silencio y escuchando. Él insistía continuamente en la relación que hay entre la actitud del equipo y el registro de victorias y derrotas. Todavía puedo oír sus palabras: «Muchachos, sus capacidades dicen "ganen", pero sus actitudes dicen "pierdan"».

Los padres son convocados a la escuela para hablar acerca de su hijo. ¿El asunto? Timmy, alumno de quinto grado, ha decaído en las calificaciones y está causando serios problemas entre sus compañeros. Las pruebas de actitud demuestran que es intelectualmente capaz, sin embargo fracasa de manera miserable. El maestro opina que tiene una «mala actitud».

El cuerpo pastoral se reúne para tratar el caso de una miembro de la congregación. En la discusión se oye constantemente la frase: «Tiene una actitud "terrible"».

Difícilmente pasa un día sin que la palabra «actitud» entre en una conversación. Se la menciona como motivo de queja o de cumplido. Podría significar la diferencia entre una promoción o una remoción. Algunas veces la sentimos, otras la vemos. Sin embargo, es difícil explicarla.

La actitud es un sentimiento interior expresado en la conducta. Es por eso que a la actitud se la ve sin decir una sola palabra. ¿No hemos visto la cara hundida del malhumorado, o la mandíbula saliente del decidido? De todas las cosas que usamos, nuestra expresión es la más importante.

Mi hija Elizabeth ha traído mucha alegría a la familia, sin embargo su personalidad tiende a veces a ser melancólica. Cuando se siente así, su cara no expresa felicidad. Mi esposa Margaret le compró una estatuilla que dice: «Pon una cara feliz». Es un recordatorio de que nuestras expresiones reflejan nuestros sentimientos interiores.

La Biblia nos enseña que «Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón» (1 Samuel 16:7). «Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso; ¿quién lo conocerá?» (Jeremías 17:9). Estas declaraciones expresan nuestra incapacidad para saber con seguridad cuáles son las emociones que hay dentro de alguien. Pero pese a que no podemos juzgar a otros por su expresión interior, muchas veces las manifestaciones exteriores son «una ventana del alma». Una persona que lanza «una mirada que mata», con toda probabilidad no está cantando en su interior «Algo bueno te va a suceder».

Como la actitud se expresa con frecuencia en nuestro lenguaje corporal y se nota en la expresión de nuestro rostro, puede ser contagiosa. ¿Han notado lo que sucede a un grupo de gente cuando una persona, por su expresión, revela una actitud negativa? O, ¿han notado el estímulo que reciben cuando la expresión facial de un amigo muestra amor y aceptación?

La presencia de David y la música que tocaba alegró a un atormentado rey Saúl. La Biblia nos dice que: «El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová» ( 1 Samuel 16:14 ). Se les dijo a sus siervos que buscaran a alguien que pudiera elevar el espíritu del gobernante. Trajeron a David al palacio y Saúl «le amó mucho[...] Y Saúl envió a decir a Isaí: Yo te ruego que esté David conmigo pues ha hallado gracia en mis ojos. Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él» (vv. 21-23 ).

A veces la actitud puede simularse exteriormente engañando a los demás. Pero por lo general este fingimiento no dura mucho. La actitud siempre trata de aflorar.

Mi padre disfruta contando la historia del niño de cuatro años a quien le dio una rabieta. Después de reprenderle su madre le dijo: «Hijo, ¡ve a esa silla y siéntate, ahora mismo!» El pequeño fue a la silla, se sentó y dijo: «Mamá, estoy sentado en la silla por fuera, pero estoy de pie por dentro».

El sicólogo y filósofo James Allen, dice: «Una persona no puede viajar interiormente y permanecer quieta exteriormente». Pronto, lo que sucede dentro de nosotros afectará a lo que sucede afuera. Una actitud dura es una enfermedad terrible. Produce una mente cerrada y un futuro oscuro. Cuando la actitud es positiva y conduce al crecimiento, la mente se expande y comienza el progreso.


 Por: John Maxwell

Mi Padre Es El Piloto - Reflexión


Cuentan que un hombre subió a un avión para viajar a Nueva York. padecía de ansiedad y le daba mucho miedo volar. Tomó varias pastillas relajantes y procuró descansar un poco. En esto un niño de unos 10 años entró buscando su asiento y se sentó justo a su lado. El niño era muy educado, lo saludó y se puso a colorear en su libro de pintar. El niño no presentó rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión.

El vuelo no fue nada tranquilo, hubo varias tormentas y mucha turbulencia. En un momento dado hubo una sacudida muy fuerte en el avión, y aunque todos los pasajeros estaban muy nerviosos, el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento. ¿Cómo lo hacia?, ¿Porqué su calma? Se preguntaba aquel hombre.
Ya al final del vuelo, intrigado, le preguntó: “Niño: ¿no has tenido miedo?”. “No señor” – contestó el niño – y mirando su libro de pintar le dijo: “Mi padre es el piloto”.
Esta historia me recuerda al Salmo 130, uno de los más cortos pero sin duda de los más bellos de la Biblia:
“Señor, mi corazon no es ambicioso
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad
sino que acallo y modero mis deseos
como un niño en brazos de su madre”
Hay tiempos en nuestra vida que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos dónde agarrarnos, y no nos sentimos seguros. En esos momentos hay que recordar que nuestro Padre  Celestial es nuestro piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador del cielo y la tierra.
Esa es la fe, la que nos alienta y nos da confianza en los momentos difíciles. Démosle gracias a Dios por la fe que nos ha regalado y pidámosle que nos la conserve y se la dé a aquellos que pasan por momentos de prueba…

Mi Padre es el Piloto reflexión 2

El hombre observó al niño solo en la sala de espera del aeropuerto aguardando su vuelo.
Cuando el embarque comenzó, El niño fue colocado al frente de la fila, para entrar y encontrar su asiento antes que los adultos.
Al entrar al avión, el hombre vio que el niño estaba sentado al lado de su asiento.
El niño fue cortés cuando conversó con él y, enseguida, comenzó a pasar el tiempo pintando un libro.
No demostraba ansiedad o preocupación con el vuelo mientras las preparaciones para el despegue estaban siendo hechas.
Durante el vuelo, el avión entró en una tempestad muy fuerte,lo que lo hizo balancearse como una pluma al viento.
La turbulencia y las sacudidas bruscas asustaron a algunos pasajeros.
Pero el niño parecía encarar todo con la mayor naturalidad.
Una de las pasajeras, sentada del otro lado del corredor,  estaba preocupada con todo aquello y preguntó al niño:
– No tienes miedo?
– No señora, no tengo miedo, respondió él, levantando los ojos rápidamente de su libro de pintar.
¡Mi padre es el piloto!
Existen situaciones en nuestra vida que recuerdan un avión pasando por una fuerte tempestad.
Por más que intentemos,  no conseguimos sentirnos en tierra firme.
Tenemos la sensación de que estamos colgados del aire
sin nada para sostenernos, para asegurarnos, en que
apoyarnos, y que nos sirva de socorro.
En estas horas debemos recordar,   con serenidad y confianza, que:
NUESTRO “PADRE” ES EL PILOTO
Y QUE POR MUCHAS QUE SEAN NUESTROS  PROBLEMAS Y DIFICULTADES, DIOS NOS AMA Y NOS CUIDA.