lunes, 14 de marzo de 2016

Los Requisitos De Una Influencia Piadosa - Reflexión

Las empresas gastan millones de dólares para influenciar al público. Pero junto con el dinero, hay también muchas ideas y estrategias en cuanto al diseño de campañas publicitarias y de eventos que puedan captar el interés de la gente.
Como creyentes, estamos involucrados en una tarea mucho más importante: la de conquistar los corazones con la verdad del evangelio por medio de nuestra influencia. Si queremos influir positivamente en los demás, necesitamos dar testimonio fiel de Dios delante de las personas.
Tener una convicción fuerte acerca de la Palabra de Dios es la base de la buena influencia espiritual; debemos creer que la Biblia es veraz y practicar sus enseñanzas diariamente. En la lectura de hoy, Daniel y sus amigos rechazaron la comida y el vino del rey, porque la Palabra les decía que no comieran nada que hubiera sido ofrecido a los ídolos, una práctica común en ese tiempo (Éx 34.15). ¡Daniel se puso a sí y a sus amigos en peligro de muerte por un asunto de comida! Pero procedió de tal manera pues sabía que el Padre celestial quería que obedeciera la Palabra, costara lo que costara.
Si queremos influenciar a otros, debemos ser fieles a nuestras convicciones. La vida de un creyente es, a menudo, el único ejemplo de principios bíblicos que otras personas verán. Por tanto, como Daniel, debemos disponer nuestra mente para obedecer a Dios, sin importar las circunstancias. Y como sucedió con las personas que estaban dentro en la esfera de influencia de Daniel, aquellos a quienes usted toque verán las buenas obras hechas para el Señor por usted, y lo glorificarán a Él (Mt 5.16).
Biblia en un año: Josué 13-15

Fuente: www.encontacto.org

domingo, 13 de marzo de 2016

El Cesto Que Carga Un Niño - Reflexión

Un hombre realizaba sus compras acompañado de su hijo pequeño. El niño llevaba un cesto grande y el padre iba llenándolo con un artículo tras otro. Ponía latas de conserva, azúcar, harina, carne, etc.
Una mujer que los observaba desde atrás y dijo en voz baja:
– Ésta es una carga muy pesada para un niño como tú, ¿no es así?
El chico se dio la vuelta mirando hacia ella un poco sorprendido. Entonces, con una sonrisa, contestó:
– ¡Oh, no se preocupe, mi padre sabe muy bien cuánto puedo llevar!.


En muchas oportunidades creemos que las circunstancias terminarán con nosotros, que el peso que llevamos finalmente nos aplastará, que no hay manera de seguir adelante. Sin embargo, Dios nunca nos dará un peso mayor al que podemos llevar.
Al igual que ese niño, debemos caminar confiados en que nuestro Padre sabe hasta dónde podemos soportar y permanece junto a nosotros para ayudarnos y fortalecernos.
“No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa”. Isaías 41:10 (NTV)

Los problemas por los que atravesamos sirven para fortalecer nuestra fe, para formar nuestro carácter y prepararnos para los planes que Dios tiene para nosotros. Y aunque las circunstancias se vean adversas, nuestro Padre siempre nos va a sostener y nos llevará más allá de lo que podemos imaginar.
Cuando la adversidad se presente en tu vida y empieces a creer que no puedes más o cuando la gente llegue hasta ti para desalentarte con sus comentarios, sonríe y has la misma afirmación del niño: Mi Padre sabe muy bien cuánto puedo llevar.
No desmayes, Dios es tu ayudador y nunca te abandonará.



Los Conflictos Internos Me Afecta

Muchas personas quieren hacer el bien, pero no pueden hacerlo, aún más. No saben cómo hacerlo. El Apóstol Pablo, hombre estudiado buscaba perfección y no la encontraba, llego aborrecer a sí mismo, hacia las cosas que él no quería, exclamo en su desesperación: “Miserable hombre de mí, quien me liberara del cuerpo de esta muerte

Él estaba reconociendo en esta expresión del libro de Romanos 7:24, que lo arropaba la muerte, que ese cuerpo de muerte no le dejaba ser dueño absoluto de su voluntad y de sus acciones, el bien estaba con él, pero no reconocía que el querer hacerlo no estaba en su control, que tragedia, descubrió que en su cuerpo operaba la ley del pecado y la muerte, usurpando su existencia real, no era dueño de su vida, en sus acciones, no entendía a veces porque en actuaba hacia lo que no quería.

Esta ley del pecado y la muerte empezó a operar cuando Adán y Eva pecaron en el huerto árbol del Edén, desobedeciendo a Dios decretó maldición para la tierra por el pecado de ellos.

Como hijos de Dios, creados por él a su imagen y semejanza, tenían un cuerpo celestial o vestiduras blancas que cambiaron al desobedecer, por cuerpos y vestidos mortales. El miedo y la ira se apoderaron de ellos y la tragedia, el pecado y la muerte reinó en el mundo, y vino la condenación a la humanidad.


No se desanime, Dios prometió salvar tu humanidad.

Millones de seres humanos están pasando por lo que el Apóstol Pablo pasó, hombres borrachos, homosexuales, etc. Aborrecen lo que hacen, quisieran cambiar pero no pueden, aún más, no tienen conocimiento para hacerlo. Mucha gente en las cárceles el 99% está arrepentida de lo que hizo y en la calle el miedo, la angustia, la falta de dirección, está matando a la gente, accidentes, enfermedades, etc.

Jesucristo anuncio que esto vendría para el año 2000, final de generación. El apóstol oyó la voz de Jesús. “Mis ovejas oyen mi voz y me conocen nadie me las va arrebatar”.

“De tal manera amo dios al mundo que ha envió a su hijo unigénito para que todo aquel que en el creyere, no se pierda más tenga vida eterna”. Juan 3:16. “Nos prometió un Salvador” Mateo 1:21. “Que nos librará de la condenación” Romanos 8:1. Ahora, pues ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne más conforme al Espíritu.

Toda la ley y decreto de muerte fue anulado a través del cuerpo y la sangre de Jesucristo clavado en la cruz. Colosenses 2:14-15. “Nuestros cuerpos fueron restituidos, y somos nuevas criaturas y lavados nuestros pecados por la sangre de Jesucristo”.

Jesús te dice “el que viene a mí, no le echa fuera. He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre yo entraré a él, cenaré con él, y mi padre y yo haremos morada en él” Apocalipsis 3:20.

Solo Cristo puede librarnos del cuerpo de esta muerte, Cristo venció en la Cruz del Calvario, y resucitó. No luches solo, Dios te quiere ayudar, ya el obtuvo la victoria, ya él ganó la batalla, recibe a Cristo como tu salvador personal y deja que luche por ti, Cristo te Ama.

Usted Sabe Como “Crecer A Partir De La Adversidad”

Y en este año que iniciamos, quisiera invitarle a que medite, cómo se encuentra esta capacidad en usted? Tal vez al cierre del año 2016, usted experimentó alguna “pérdida” emocional. Llámese a ésta, pérdida de seguridad, de felicidad o de paz, que es una de las condiciones emocionales más tratadas en psicoterapia. Si es así y usted inicia este año con un sentimiento de desesperanza, dolor, enojo, frustración, entre otros; permítame decirle que la solución está en usted. Esta capacidad, la resiliencia, depende básicamente del contenido de los pensamientos que tenga el individuo, es decir, que para que una persona se recupere de un trauma emocional es imprescindible una disposición positiva de sus pensamientos, ésto debido a que los mismos determinan nuestras emociones y conductas. Porque además de superar la afección emocional o trauma podemos reconstruir nuestra vida a partir de esa experiencia y aprender de ella, como personalmente le digo a mis pacientes: “ya que viviste una experiencia tan dolorosa y fue tan difícil enfrentarla, podes hacer que valga tal pena, aprendiendo de ella”. Y realmente es así, podría pensar, ya que me tocó vivirlo puedo tomar dos caminos: uno es, abrazar ese dolor y permitirle que me controle y dirija mi vida, es decir, decidirme por lo negativo; o bien escoger el camino constructivo y aunque pueda parecer imposible, reinventar mi historia de vida a partir de ese suceso y desarrollar una actitud optimista en función, claro está, de mi mismo, de mi beneficio. Ya que, en nuestra vida, todo son decisiones, por ejemplo, yo puedo decidir perdonar, puedo decidir amar y hasta puedo decidir ser feliz, así también puedo decidir ser optimista ante una condición dolorosa emocionalmente.
¿Y cómo se puede lograr esta actitud? 
En primer lugar, desarrolle conciencia del contenido de sus pensamientos, sorpréndase analizando qué está pensando? Sí, qué tipo de pensamientos imperan en su mente? Los que le benefician o le afectan? Estos pensamientos le brindan paz o, por el contrario, se la están robando? En qué le puede ayudar pensar en contra de los demás y/o de usted mismo?

En segundo término, si después de detectar sus pensamientos se da cuenta que tienden a ser muy negativos, entonces desplace estos pensamientos por otros que sean efectivos, que lo estimulen a mejorar y vale aclarar, que sean realistas, es decir, que ayuden a su conciencia a percibir que son realizables. Por ejemplo, si yo estoy en medio de una pérdida familiar, y trato de ayudarme pensando “Todo está bien” realmente eso no es cierto, porque estoy sintiendo dolor y no estoy bien; pero, sí podría decirme a mí mismo que “voy a estar bien” y es cierto, porque en algún momento ya estaré mejor y mi duelo lo habré asimilado. Otro ejemplo es con las relaciones, si alguien me ofendió de alguna forma y yo me siento dolido, si estoy pensando mal de esa persona o estoy constantemente recordando la ofensa, debería analizar si eso me ayuda? Evidentemente eso no me está beneficiando, entonces lo ideal sería desviar mi pensamiento en otra cosa y podría decirme “Esto me hace daño y no quiero hacerlo, así que pensaré en mi… mascota, trabajo, paseo, etc.” Y así le resto importancia y atención a algo que en un determinado momento asimilaré, ya sea perdonando a esa persona y/o aceptando la situación.


Como tercer punto, al generar conciencia de que debe pensar de forma positiva en todo momento y que estos pensamientos pueden dirigir su vida y la pueden determinar, le invito a que los exprese verbalmente también, que usted mismo se escuche diciéndose frases o palabras de ánimo, de reconocimiento; y practíquelo, una y otra vez, hasta que sea un hábito en su vida. Toda conducta que se practique por un mínimo de 4 semanas, o sea, 28 días, se puede convertir en hábito, pasa a ser parte de su estilo de vida. 

En cuarto lugar, dese un tiempo o espacio para ser creativo, sueñe despierto, qué ilusiones tiene? y si no tiene cuáles podría tener? Tiene metas? Desarrolle metas a corto plazo reales y a largo plazo ideales; ésto crea un espacio en su mente para la creatividad y espontaneidad. Sea consciente que no siempre podemos controlarlo todo y al estimular la espontaneidad experimenta que, aunque no se planeen, a veces, las cosas se pueden disfrutar y valorar. 

Y finalmente, le comparto que, otro factor beneficioso en el tema de la Resiliencia es la Fe, ésta le puede ayudar a sentir y experimentar la Esperanza, de que cuando usted mismo piense que tal vez ya no tenga fuerza emocional e incluso física para continuar, el sentirse acompañado de un Ser Supremo que, no solo lo acompaña, sino que también puede intervenir favorablemente en su vida, eso lo levanta.
Anna Forés escribió: “El proceso resiliente es parecido a la creación de una perla dentro de una ostra. Cuando un granito de arena entra en su interior y la agrede, la ostra segrega nácar para defenderse y, como resultado, crea una joya brillante y preciosa”. Y exactamente ese puede ser nuestro resultado, a pesar de ese dolor, podemos reinventarnos y obtener una versión mejorada de nosotros mismos.

Fuentes:  D’familia-Enfoque a la Familia Alajuela

Siempre Escuchamos Decir Juventud, Divino Tesoro

Siempre hemos escuchado y Nada más cierto que el hermoso verso de Rubén Darío para describir la juventud: “Juventud, divino tesoro…”. Una etapa maravillosa de la vida con aportes y cualidades innegables.
La juventud es sinónimo de energía, vitalidad, ímpetu, iniciativa, cuestionamiento, ilusión, sueños, empuje y sentido crítico. Muchas veces ese torrente de energía y fuerza tienden a impacientar a las generaciones más adultas. De hecho, la confrontación generacional es un rasgo característico de la convivencia humana, sin embargo, siempre es fundamental el diálogo intergeneracional. Cuando esto se propicia y se establece, los efectos positivos aumentan para el encuentro de las buenas ideas, proyectos novedosos y abundantes iniciativas.
¿Juventud o juventudes?
Hablamos en general de juventud, pero en realidad deberíamos referirnos a juventudes, ya que aunque existen características generales atribuibles a esta hermosa etapa de la vida, son muchas y específicas las diferencias que existen al interior de la juventud, por ejemplo, entre la juventud urbana y la rural, las juventudes profesionales, campesinas, obreras, estudiantiles, empresariales, entre otras. Cada una con especificidades, requerimientos y características particulares.
Por otro lado, se suele referir también a la juventud como “los adultos del mañana”, es decir como esas personas que se deben preparar ahora para asumir las responsabilidades del futuro. Esta es una perspectiva obsoleta de la juventud, que la observa como un receptor pasivo de lo que los adultos les enseñan, les transmiten, les preparan y les depositan.
Por el contrario, los jóvenes son protagonistas activos y actuales en la construcción de su propia realidad, que inciden y aportan en el presente, que junto a las otras generaciones deben participar activamente en la discusión y en la toma de decisiones.
Los jóvenes son sujetos de derechos y su participación activa permitirá fortalecer los escenarios en donde se desenvuelven, es decir en el hogar, en el ámbito académico, en el mundo laboral, etc.
La riqueza de sus principales características y aportes
Cuando la persona adulta logra encontrar un adecuado canal de comunicación y establecer una positiva y respetuosa relación con adolescentes y jóvenes, encontrará una serie de características que enriquecerá con sus aportes los espacios de trabajo y convivencia.

Los jóvenes son poseedores de una genuina generosidad. A pesar de estar inmersos en una época “postmoderna” que promueve el individualismo, el egoísmo y el materialismo, los jóvenes suelen ser, en su mayoría, solidarios, sensibles a lo que sucede en su entorno, al sufrimiento y necesidades de los demás. Es cierto que la llamada generación del milenio dista mucho de ser movida por los mismo ideales e intereses de generaciones de jóvenes como la de los sesentas y setentas del siglo pasado, pero los adolescentes y jóvenes de la actualidad cuando logran expresar sus más auténticos intereses mostrarán una sólida voluntad de servicio, una sensibilidad con causas sociales, ambientales y de derechos humanos. Ellos continúan señalando que sus familias son el referente que les brinda mayor confianza y credibilidad, y muestran alegría, esperanza y amor en todo lo que emprenden. Como todas las personas, incluidos los adultos, los jóvenes también tiene defectos; pero sus cualidades, virtudes y características positivas son más relevantes y abundantes:
 
·         Agradecimiento. Los jóvenes son agradecidos cuando sienten que las personas se esfuerzan por comprenderles, por conocer lo que piensan, por saber qué sienten. En ellos se produce un sentimiento de gratitud cuando ven que los demás abren su mente y corazón para comprenderles con auténtico interés y disposición.
·         Espíritu critico. La gran mayoría de los jóvenes son críticos y esto puede indisponer a quienes no admiten correcciones, a quienes no toleran la opinión diferente y el cuestionamiento. Pero quienes aceptan y se alimentan de la diversidad de opiniones y criterios, encontrarán en los jóvenes un desafío a sus propuestas e ideas.
·         La valentía. En general, la juventud se caracteriza por su valentía, fortaleza y su disposición a enfrentar los desafíos de la vida. En ocasiones esa valentía puede considerarse “temeridad”, arriesgada, poco prudente, precipitada y que no mide consecuencias; pero lo cierto es que bien equilibrada es de gran importancia para enfrentar situaciones adversas y aprovechar oportunidades.
·         El altruismo. No se percibe mucho desde afuera, pero está presente en la mayoría de los jóvenes. Es común observar la cantidad de jóvenes que asumen responsabilidades a través de la identificación con ideales y causas muy diversas, el voluntariado juvenil es muy abundante y su aporte es altamente significativo en actividades ambientales, comunitarias y sociales.
·         La sinceridad. Es más común encontrarla en los jóvenes. Son más transparentes, auténticos y veraces, lo cual puede ofender y desilusionar a los adultos. Pero es definitivamente una cualidad que debería apreciarse más. La sinceridad es mucho mejor, pero debe aprenderse a expresar con respeto.
·         La imaginación. La imaginación es una característica muy positiva en los jóvenes. Los adultos suelen dejarla en el transcurso de la vida, pero en los jóvenes la imaginación viene como una explosión de ideas, de deseos de conocer y valorar opiniones, de romper con lo establecido para verlo (imaginarlo) distinto y mejor.
·         El inconformismo. Significa no darse por satisfecho con lo que no se considera bien. Es pretender mejorar, modificar, aspirar a niveles y escenario superiores, es dar el primer paso para la transformación de la realidad, y esta es una característica muy presente en los jóvenes.
·         La amistad. En los jóvenes la amistad es fundamental, está por encima de todo, para ellos significa lealtad, nunca defraudar al amigo, asumir riesgos, defender sus causas, que las hacen propias, dejando de lado la comodidad individual.
·         La creatividad. Su afán creativo puede incomodar a los que prefieren las estructuras establecidas, lo esperado, lo predecible, lo acostumbrado. La creatividad significa enfrentarse con lo novedoso, con hacer las cosas de forma diferente, y esta virtud se manifiesta de manera muy abundante en los años de juventud.
·         La rapidez mental. La mayoría de los jóvenes se caracterizan por “andar adelante”, dejando atrás a los adultos, son ágiles en sus pensamientos, ideas y respuestas. Se piensa en ocasiones que se precipitan, que no piensan y razonan las cosas y que quizás son muy impulsivos, pero lo cierto es que sus mentes van definitivamente a una velocidad mayor que la de los adultos, y en lugar de ponerle únicamente frenos, los adultos deberían ayudar a canalizar apropiadamente esa rapidez mental.
·         La originalidad. Es poco comprendida y apreciada. Sin embargo, es indispensable para el conocimiento y el desarrollo de las cosas. Decía el famoso artista catalán Antonio Gaudí que “El copista no aporta, quien aporta es el creador” y en la originalidad de los jóvenes se encuentra un gran potencial creador.
·         La alegría. En general los jóvenes son alegres, divertidos, positivos y esta virtud le hace falta a la seriedad que suele existir en la vida de los adultos. Se debe aprovechar esa fuerza positiva, esa energía para asumir los desafíos que plantea la vida y que nadie puede negar que tendrá momentos de dificultad y adversidad. Con alegría y esperanza los desafíos se enfrentan mucho mejor.
·         El atrevimiento. Esta característica le resulta a los adultos incómoda y a veces transgresora. La excesiva prudencia de la madurez frena el alcance de metas. Algunas veces la diferencia entre el alcance de un propósito o no lo determina el “atreverse”.
·         La curiosidad. El interés por conocer, descubrir, indagar, explicarse las causas y consecuencias de las cosas, es una virtud que suele quedarse en el transcurrir de los años. La curiosidad juvenil les hace a veces introducirse en dificultades, pero también es una forma de conocer y aprender, de crecer y desarrollarse en la vida.
·         La ilusión. El “soñar con un mundo mejor” como afirmaba el Caballero Andante, el Hombre de la Mancha, es algo que el mundo postmoderno pretende quitarnos a todos. La ilusión, los sueños, son sinónimos de juventud. Cuando acaba la ilusión empezamos a envejecer. En los jóvenes la ilusión actúa como un motor de esfuerzo, de movimiento, de propósito vital.
·         La rebeldía. La rebeldía en los jóvenes es una energía que mueve la transformación de las cosas, que debe ser encausada ciertamente, pero que es fundamental para el desarrollo personal y social.
 El encuentro intergeneracional posibilitará no solo una mejor y mayor convivencia, sino un mutuo aprendizaje de gran beneficio para todos. De los jóvenes tenemos mucho que aprender y su aporte en lugar de ser limitado o frenado, debe ser facilitado, apoyado y potenciado.
Fuentes: enfoquealafamilia.com