Por siglos el hombre ha descrito el valor, el rol amistad, tal vez porque sin él la vida le sería muy aburrida. Con los amigos, aprendemos, lloramos, reímos, disfrutamos, compartimos momentos gratos y amargos. La amistad no solo nos hace más sensibles a la vida, sino más civilizados.
La amistad es una de las relaciones interpersonales más habituales entre los seres humanos. Entre los principales elemento para que se dé la amistad están la confianza, la comprensión. El pilar de toda amistad no es más que aceptar las características del otro; sus valores, ideas, miedos, aciertos, errores, en definitiva su forma de ser.
La amistad es algo noble. Por lo tanto la reciprocidad es una de las virtudes fundamental en la amistad. Ésta se consigue apoyándose en los momentos gratos y los momentos amargos. Otro componente la empatía, dar ánimos y entender cómo se sientes el prójimo en situaciones desagradables.
La amistad es una relación afectiva que se puede establecer entre dos o más individuos, a la cual están asociados valores como la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, el amor, la sinceridad, el compromiso, entre otros, y que se cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo del tiempo.
La amistad puede surgir entre hombres y mujeres, novios, esposos, familiares con cualquier clase de vínculo, personas de distintas edades, religiones, ideologías, culturas, extracción social, etc. Incluso, una amistad se puede establecer entre un ser humano y un animal; no por nada el perro es el mejor amigo del hombre.
Relaciones de amistad pueden nacer en los más diversos contextos y situaciones: el lugar donde vivimos, el sitio donde trabajamos, la escuela, la universidad, fiestas, reuniones, el café que frecuentamos, a través de otros amigos, redes sociales, etc.
Las amistades, no obstante, tienen diferentes grados de compenetración. Desde los amigos con quienes sentimos relaciones más lejanas, hasta aquellos con quienes el trato es tan estrecho que los consideramos “mejores amigos”, otorgándole a la amistad un grado de superioridad sobre las otras.
La amistad no solamente surge con quienes tenemos más afinidades en cuanto a gustos e intereses, o con quienes tenemos más parecido, sino que puede aparecer entre personas muy dispares. De hecho, a veces ese es un factor que fortalece la amistad, pues una buena amistad complementa y enriquece a la persona, no solo en el intercambio de ideas, información y sentimientos, sino también en el hecho de compartir los buenos y malos momentos de la vida.
"En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de
angustia." Proverbios 17:17
"El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano." Proverbios 18:24
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