
Si Daniel hubiera perseverado veinte días de ayuno y oración; no
hubiera recibido la manifestación divina , si Elías se hubiera cansado
cuando empezó a orar para que descendiera fuego del cielo de seguro no se
habría visto el milagro de Dios. Cuantas veces hemos perdido bendiciones
y respuestas de Dios a nuestra vida , ministerio, familia, iglesias porque bajamos
los brazos y nos tiramos al suelo.
Pero es a...