
Cuando pensamos en familias
fuertes y felices, pensamos en que hay un cimiento fuerte que los sostienen.
Pero ¿cómo nutrir esta relación tan importante en medio de nuestras vidas
tan ocupadas? Si no somos intencionales, nuestra relación con nuestro
esposo puede convertirse en una relación vacía del amor que da vida. No
se requiere de medidas drásticas para fortalecer nuestros matrimonios. A
continuación se encuentran algunas sugerencias sencillas para afirmar y amar a nuestros
esposos.
1) Mantener contacto visual
Cuando
éramos novios, pasábamos horas mirando los ojos de nuestros queridos esposos,
pero ahora, en nuestras vidas frenéticas, nos cuesta detenernos los suficiente
para mirarlos cara a cara. Pero ¿no es cierto que los ojos son las ventanas del
alma? Cuando somos intencionales al mirar profundamente a los ojos de nuestros
esposos al final del día, estamos demostrando que ellos son importantes en
nuestras vidas. ¡Y no cuesta nada más que un minuto o dos!
2) Ser una estudiante de sus gustos
Nos
encanta cuando alguien escoge un regalo exactamente según nuestros gustos.
Podemos estudiar los gustos de nuestros esposos (y, sí, ¡pueden
evolucionar en el transcurso de la vida!) y bendecirles a través de nuestra
atención. ¿A tu marido le gusta una comida específica? Busca recetas nuevas de
esta comida para probar. ¿A tu marido le gusta cierta camisa tuya? Póntela con
más frecuencia y dile que estabas pensando en él cuando te la pusiste. Nos
gusta y nos afirma saber que nuestras opiniones le importan a alguien.
3) Demuéstrale que él es la prioridad en tu
vida
Puede
ser que nuestros hijos requieran más de nuestro tiempo que nuestros maridos,
pero tenemos que demostrarles a nuestros esposos que tienen la prioridad en
nuestro afecto. Cuando nos reunimos, al final del día, tomemos unos 15 minutos
para reconectarnos sin los niños. Nuestros hijos pueden sobrevivir unos
pocos minutos jugando o comiendo un bocadito mientras nos sentamos o nos
acostamos con nuestros esposos. Puede ser un tiempo para compartir
brevemente acerca del día o tan solo para abrazarse y descansar. Los hijos se
acostumbrarán a este hábito y les hará sentirse seguros al saber que sus padres
se aman.
4) Ora por él
¡No hay
mejor manera de bendecir a nuestros esposos! Preguntemos a nuestros esposos qué
necesidades tienen para el día y oremos por ellos en la mañana. Durante
el día, mandémosles mensajes diciendo: “¡Estoy orando por ti!”. Luego, en la
noche, preguntémosles qué tal les fue en sus desafíos. Debemos ser sus
mayores intercesoras, respaldándolos en oración. Esta obra de amor les animará
y apoyará más allá de lo que imaginamos. Un esposo espiritualmente sano traerá
bendición a todo su hogar.
Fuente: Beth Saavedra
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