1. Ama a tu Esposa. El verdadero amor no es un sentimiento; es una decisión. Amar es la voluntad de ser paciente, amable, humilde, halagüeño, caritativo, fiel y confiado. Cuando te comprometes a amar a tu esposa de esta manera, tus sentimientos por ella y los de ella por ti llegarán por añadidura. Amar a tu esposa activamente fortalecerá radicalmente tu matrimonio y también será increíblemente beneficioso para tus hijos. La fuente principal de seguridad para los niños es saber que su padre ama a su madre y que está firmemente dedicado a procurar el bienestar de ella.
2. Pasa Tiempo con tus Hijos. Lo que decides hacer con tu tiempo refleja aquello a lo que das importancia. Si valoras a tus hijos, querrás estar con ellos. No tienes que esperar el momento perfecto. No tiene que ser cuando estés de vacaciones o una de esas tardes que no tienes trabajo. En vez de esperar, aprovecha esos ratitos que surgen a lo largo del día. Entre un compromiso y otro, llama a tus hijos para saludarlos; envíales un mensaje por correo electrónico, lee con ellos antes de que se vayan a dormir; saca unos minutos para ayudarlos con sus deberes de la escuela; desayuna con ellos y llévalos a la escuela. Captura cada momento que puedas pasar con tus hijos.
3. Sé un Modelo de Conducta. Es imposible subestimar la importancia de que un padre modele el tipo de conducta que desea ver en sus hijos. Los modelos no solo mencionan lo que un hombre honorable debe hacer, predican con el ejemplo. Un buen punto de comienzo es ser consecuente. ¿Cumples tu palabra?
¿Respaldas lo que está correcto, aunque te cueste? ¿Eres confiable? ¿Eres leal en tus relaciones?
Compórtate como quieres que tus hijos se comporten.
4. Comprende a tus Hijos y Disfruta su Compañía. Al igual que tú, cada niño tiene un ADN único, huellas únicas y personalidad única. Para ser el mejor padre posible necesitas comprender a tus hijos como individuos. ¿Qué piensan tus hijos? ¿Qué les gusta o les disgusta? También deberás saber qué es lo que más necesita de ti cada uno de ellos. Es posible que uno necesite estímulo, mientras que del otro conseguirás más si te muestras afectuoso. Esta comprensión crucial la adquirirás solamente si te comprometes a llegar a conocerlos. Por otra parte, recuerda que tus hijos crecen rápido; sencillamente, disfruta de su compañía. No te apures por verlos llegar a la próxima etapa de su desarrollo. Diviértete con ellos y crea recuerdos para toda la vida.
5. Expresa tu Cariño. Los niños ansían tener un lugar seguro dentro de este mundo acelerado. Ese refugio lo encuentran más a menudo en el tibio abrazo de uno de sus progenitores. A medida que crecen también crece su necesidad de ser aceptados y de experimentar un sentido de pertenencia. Esa necesidad se satisface cuando un padre ofrece un abrazo o una palabra amable y expresa su valoración y su amor. Pero las muestras de afecto no tienen por qué detenerse ahí. Asegúrate de decir “Te amo” todos los días.
6. Asegura el Futuro Financiero de tu Familia. La tensión que crea una situación financiera precaria es una de las causas principales del rompimiento de las familias. Para que tu familia se mantenga unida tienes que procurarle una posición fuerte, tienes que apuntalar tus finanzas.
En primer lugar, aborrece las deudas. Haz todo lo que puedas para liquidarlas tan pronto como te sea posible. Después, asegúrate de preparar un presupuesto que no solo recorte gastos sino que te permita ahorrar y compartir con los necesitados. Adquiere los seguros adecuados. Por último, asegúrate de vivir de acuerdo con estos principios de frugalidad y enseñárselos a tus hijos.
7. Siéntense Juntos a la Mesa. La mayoría de los niños de hoy día desconocen lo que significa una cena en familia. Sin embargo, la comunicación y la unidad que se fomentan durante ese momento son esenciales para una vida familiar sana. Compartir juntos la hora de la comida, sea desayuno, almuerzo o cena, ofrece estructura a un horario de ordinario ajetreado. También proporciona a los niños la oportunidad de hablar sobre sus vidas. Es un momento para que los padres los escuchen, los aconsejen y los estimulen. Sin embargo, lo más importante es que es una oportunidad de estar juntos a diario.
8. Imparte Disciplina con Amor. La verdadera disciplina es una función del amor de un padre por sus hijos, por lo mismo, nunca debería ser severa ni agresiva. El papel de la disciplina no es intimidar ni destruir sino moldear y corregir. La disciplina debería administrarse en privado, y tú y tu esposa deben estar de acuerdo en cómo hacerlo. Esfuércense por ser consecuentes.
9. Oren y Rindan Culto Juntos. Las familias que llevan una vida de oración sana y se toman en serio el culto a Dios, contribuyen muchísimo a que sus hijos entiendan que existe una Autoridad Suprema en sus vidas, una Autoridad que establece principios morales indiscutibles para regir sus vidas. Todo niño tiene que saber que existe lo correcto y lo incorrecto, el mal y el bien. Vivir de acuerdo con la autoridad de Dios les inculcará ese conocimiento.
10. Nunca Dejes de ser Padre. En la vida de todo padre llega el día en que debe dejar atrás las actividades juveniles que fomentaban el vínculo con sus hijos. A medida que les otorga libertad para que dirijan sus vidas, un buen padre se da cuenta de que dejarlos en el dormitorio de la universidad, en la orilla del altar o llevarlos a su primer trabajo no significa abandonarlos. Continuará estimulándolos, aconsejándolos y transmitiéndoles su sabiduría por siempre.
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