El año
pasado, cuando Danny Wuerffel leyó sobre cómo Peyton Manning había roto la
marca de Dan Marino para más goles de campo lanzados en una temporada, uno
pensaría que sentiría un poco de celos. Después de todo, la carrera de fútbol
universitario de Wuerffel había sido tanto o más celebrada que la de Peyton
Manning.
No sólo había Ganado el Trofeo Heisman, sino también
un campeonato nacional. Manning no tenía ninguno en su hoja de vida. Pero en
lugar de sentir celos, estaba feliz por Manning, un amigo cristiano. Más
sorprendente aún era la manera de Wuerffel de ver su lugar en la vida.
Hace dos años, Wuerffel dejó la NFL (National Football
League), un momento que la mayoría de los jugadores detestan siquiera imaginar.
Pero en lugar de detestar la vida sin fútbol, Wuerffel se alegró de abandonar
el deporte.
“El pasado diciembre, mientras atravesaba el gimnasio
para hablar con uno de nuestros estudiantes, miré hacia la oficina y vi el
artículo de periódico en que Peyton Manning acababa de batir la marca
‘inalcanzable’ de goles de campo de Dan Marino. Estaba allí, parado, viendo el
artículo cuando dirigí la mirada hacia el muchacho.
Pensé para mis adentros: ‘No cambiaría mi lugar con
Peyton por nada del mundo ahora mismo’ Amo invertir mi vida en lo que hago, y
experimento más sentido de logro que en nada de lo que he formado parte. Más
que de ningún anillo, campeonato o trofeo”
“No me malentiendan. He tenido muchos éxitos en los
deportes y estoy agradecido por ello”, dijo Wuerffel en una reciente
entrevista. “Pero, ¿es la meta de nuestra vida ser exitosos o ser
significativos? Dejé atrás el deporte competitivo para hacer eso. Ahora [el
deporte] me provee una plataforma desde la cual alcanzar a la gente”.
Wuerffel está alcanzando gente ahora mismo para apoyar
el ministerio en el cual vierte su vida y por el cual dejó el fútbol. La
Academia de la Calle Desire, un colegio para 192 empobrecidos niños en el
corazón de Nueva Orleans, necesita todo el apoyo que pueda obtener ahora mismo.
Cuando las levas que protegían a Nueva Orleans
cedieron durante el Huracán Katrina, el edificio que albergaba el ministerio
fue completamente destruido.
La totalidad de los 192 estudiantes fue dispersada, y
no se sabe nada todavía de muchos de ellos. Afortunadamente, Wuerffel ha
encontrado a casi el 70% de los estudiantes y los ha mudado a Florida. Allí,
con la ayuda de la Universidad de Florida, Wuerffel ha hallado alojamiento
temporal para los estudiantes y un lugar para retomar los pedazos de la
Academia.
Wuerffel, su esposa Jessica, y su hijo, Jonás, huyeron
de Nueva Orleans antes de que fuese golpeada por el huracán. Ellos se
dirigieron directamente a Destin, Florida en donde viven sus padres.
“Algo que aprendimos de todo esto es la diferencia
entre querer y necesitar. Pensamos que necesitamos tanto. Pero cuando dejé
Nueva Orleáns, tenía mi vida y a mi familia y mi fe. En ese sentido, lo tenía
todo”.
Pero el desastre le ha dado ahora a Wuerffel una
misión increíble. Está haciendo tantas apariciones públicas como puede,
recaudando fondos para reconstruir el ministerio.
“He experimentado mucho éxito en mi vida y
especialmente como jugador de fútbol”, le dijo Wuerffel a Reforma Empresarial.
“Sin embargo, creo que parte de la razón de aquello fue colocarme en posición
de servir de la manera en que puedo hacerlo ahora”.
¿Será realmente posible que Dios le conceda éxitos a
una persona para prepararla para satisfacer las necesidades de otros cuando
llega la crisis? De acuerdo a Wuerffel, esa es exactamente la razón por la cual
Dios le concedió tanto éxito. “En medio de la tormenta y las oportunidades que
se me han presentado por mi pasado, realmente creo que lancé un montón de goles
de campo en un momento de mi vida para un tiempo como este.
Me ha colocado en posición de realmente ayudar a la
gente en medio de esta crisis”. En otras palabras, es altamente improbable que
Wuerffel tuviera algún efecto tangible en este ministerio, especialmente ahora
en tiempo de crisis, si Dios no le hubiese concedido el éxito.
“La clave para toda la ecuación es tomar el tiempo,
tesoros y talentos que Dios nos ha dado y buscar maneras de hacerlos contar
para el bienestar y crecimiento de los demás.
En vez de eso, muchos de nosotros usamos esas cosas
para servirnos a nosotros mismos. Realmente pienso que la definición estándar
estadounidense del éxito tiene que ver con cómo puede uno servirse a sí mismo
con sus logros. La belleza del ‘significado’ es el cómo impactamos a los
demás”.
Wuerffel, sin embargo, no se apoya únicamente en sus
propios dones y talentos. También le está pidiendo ayuda a gente e
instituciones con las que ha pasado mucho tiempo.
La Universidad de Florida, además de alquilar uno de
sus campamentos 4-H al Ministerio Calle Desire para el alojamiento temporal de
estudiantes y el colegio, también ha donado $50.000 al ministerio.
Aún su antiguo entrenador universitario en Florida,
Steve Spurrier, respondió al llamado de ayuda. Resulta claro que está colocando
esas mismas cualidades a trabajar en su actual desafío.
Pero, ¿dónde se desarrollaron esas cualidades?
Wuerffel rápidamente señala a sus padres, quienes le enseñaron sobre Cristo y
la necesidad de someter su vida a Dios.
Steve Kroening
La clave en la vida es entender el propósito de Dios
para nosotros. De esa manera nunca perdemos nada y lo ganamos todo. Ya conoces
el propósito de Dios para ti?
Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en
los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios
o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de El y para El.
Colosenses 1:16,17.
Así dice el Señor que te creó, que te formó desde el
seno materno, y que te ayudará: “No temas, Jacob, siervo mío, ni tú, Jesurún, a
quien he escogido. Isaás 44:2
Fuente: renuevo.com
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