Sientes que tu clamor no ha sido escuchado y
que ya es demasiado tarde para remediar la situación que ahora enfrentas; has
orado...y nada; la respuesta no viene y las esperanzas están totalmente perdidas. Pero una vez mas, Dios te recuerda que a lo largo de tu
vida, es el quien te ha venido abriendo caminos donde tu creías que ya no
habían posibilidades; y que así como lo hizo en el pasado, también lo puede
hacer actualmente, no porque lo merezcas sino por su pura misericordia.
Dios es capáz de mover circunstancias naturales o
personales, aunque en este momento no entiendas el porque suceden; es capáz de
hacer cambios radicales y favorables que te permitan avanzar en contra de toda
especulación. Es Dios quien te abre
caminos donde no los hay.
Todo lo que esta sucediendo hoy es para que
aprendas de depender de Dios, aunque las esperanzas ya estén totalmente
perdidas, aunque ya haya pasado el plazo en que todo podía haberse solucionado;
mientras tanto no reniegues, no temas ante lo que pueda venirte, pues al
final comprenderás que todo es para tu bien.
Ignora las voces de todos aquellos que quieren desmotivarte, que quieren matar tu fe, que te aseguran hoy que todo esta
perdido, que ya no hay nada mas que hacer.
Pon en las manos de Dios todas las áreas de tu
vida, pues lo que pongas en sus manos no se echara a perder sino todo lo
contrario; no serás victima de las circunstancias adversas porque su presencia
continua estará velando y obrando a tu favor. Nada te sucederá por casualidad,
no será casualidad que diversas circunstancias y personas se te presenten en el
momento oportuno; Dios tiene su forma peculiar de actuar y tiene también su
propio tiempo, su propio calendario; el poder de Dios es capáz de operar
transformaciones profundas aun mas allá de tu lógica.
Así es, aunque todo amenace acabar contigo, no
será así; tu situación cambiará para bien aunque ahora no vislumbres ninguna
perspectiva; nunca es tarde para Dios, aunque tu veas que se demora por algún tiempo; no te
desesperes, ni desilusiones, ni temas, pues lo que esperas llegara a ti. Es necesario que tu fe y tu paciencia
maduren.
Todo esto fortalecerá tu fe y la fe de los que te
rodean; será motivo para que los que no creen, crean; será motivo para que la
gloria y el poder de Dios se manifiesten de manera obvia. Es en ese momento en
que el poder de Dios se magnificará.
Descansa en las promesas que Dios tiene para ti,
en las que te tiene para tu vida presente y para tu vida futura. Espera. Dios no se olvida de ti...
Fuente: .sitiodeesperanza.com
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