martes, 4 de julio de 2017

El Que Habita Al Abrigo Del Altísimo. Salmo 91



El salmo 91 que ha sido de tanta bendición para miles de personas; leamos desde el versículo 1 hasta el 12:

“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad: No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán para que tu pie no tropiece en piedra”. 

CONFIADOS EN EL DIOS ALTÍSIMO

El primer versículo de este salmo comienza haciendo conciencia acerca de cuál es la clase de Dios que invocamos: “El que habita al abrigo del altísimo…”. Hay creyentes que no pueden vivir una vida confiada porque no tienen clara conciencia y visión acerca de la realidad del Dios que tienen. Cuando la Biblia dice que Dios es el Altísimo, lo está poniendo por sobre todas las cosas, significa que está más alto que los ángeles, demonios, arcángeles, gobernantes, etc.. No hay un informe más elocuente que el de este versículo acerca de la posición que Dios ocupa: ¡Es el más alto de todos! Podríamos decir que “es el jefe” y que a él están sometidos todos los poderes. ¡Nadie te puede tocar si no tiene el permiso de Dios! Si le tienes miedo a los hombres, haces mal porque por sobre todos los hombres está el Altísimo; tu cobertura y tu protección deben ser tu confianza en él. El diablo no puede hacer nada sin el permiso de Dios y no hay tormenta que tu atravieses que no haya aparecido con el permiso de Dios, si alguna tormenta estás pasando es porque Dios lo ha permitido, pero él le pone límites a las obras de satanás. ¿Y quién más le pone límites a satanas? ¡Nosotros! Nosotros lo detenemos con nuestra fe, con nuestra confianza y esperanza en la palabra de Dios; él nos ha dejado su palabra y si creemos en ella, sus promesas se hacen realidad en nuestras vidas; por eso dice este salmo: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del omnipotente”.

Este salmo hace una enumeración de los bienes o favores que le sobrevienen a aquellos que moran bajo el abrigo del Altísimo: “…Morará bajo la sombra del omnipotente”. 
La palabra omnipotente se traduce del original “El Shaddai” que quiere decir “el que todo lo puede”. ¡Él puede realmente todas las cosas! Dice la Biblia: “He aquí yo soy Dios de toda carne; ¿habrá algo difícil para mí?” Muchas veces perdemos conciencia de que Dios todo lo puede y que para él no hay nada imposible.

“Diré yo a Jehová esperanza mía y castillo mío, mi Dios en quien confiaré.” Aquí, donde se traduce “Dios”, el original utiliza la palabra “Eloim” que significa “Dios sublime”. Hoy quiero sacudir tu conciencia acerca de la verdad y la realidad que nuestro Dios es un Dios amoroso, un Padre amante y misericordioso, pero por sobre todas las cosas es sublime, todopoderoso y Altísimo. De acuerdo al tamaño de Dios que tienes es el tamaño de fe y esperanza que tienes, si tu Dios es éste, no tienes motivos para vivir afligido y angustiado, porque el sólo hecho de saber que nadie lo “pasará por arriba”, te tiene que dar confianza y esperanza. Tienes que decidir qué clase de Dios tienes y cuál es la clase de fe que sustentas; la verdadera fe que tienes indica el tamaño del Dios que tienes. El Dios Altísimo es un Dios que opera en el mundo visible e invisible, ha establecido leyes morales, espirituales y naturales y opera a través de todas esas leyes y aún está por encima de ellas. ¡Es necesario que entremos en la confianza de la palabra que él nos ha dado!

DIOS NOS LIBRA DEL “LAZO DEL CAZADOR”

El salmo 91 dice también: “El te librará del lazo del cazador”. Esto significa: Él te librará de las cosas que ni te imaginas que el diablo está tramando contra ti; no sé qué estará tramando el diablo contra mí, cosas que a veces no veo ni entiendo, pero de todas esas cosas me libra Dios. Tu no sabes por dónde saldrá el diablo, pero el Dios altísimo te guardará y cuidará de ti. Hay territorios que dominamos y no tenemos miedo, en tanto que hay otros territorios que no dominamos y en ese campo sí tenemos miedo. Por ejemplo, hay gente que domina la matemática, la filosofía, y se sienten seguros en esa área, pero si se les hace una pregunta de historia, se sienten perdidos. Hay cosas en la vida, en las que nos sentimos capacitados, y en otras no nos sentimos tan capacitados; nos sentimos confiados y seguros en las cosas que manejamos, e inseguros y temerosos en las que no manejamos. Por ejemplo, el hecho que sepas manejar bien un auto, no significa que sepas manejar un barco: ¡Me enteré que el capitán de un barco comienza a preparar el embarque dos millas antes! Eso no ocurre con un auto, ¿verdad?

Este versículo dice que Dios te librará de las artimañas que el diablo está tramando contra ti en el territorio en el que tú te sientes firme. ¿Qué es lazo del cazador? Es una trampa que el cazador pone; por ejemplo una liebre tiene un camino habitual en que va y viene y está segura caminando por ese sendero porque es el camino que hace todos los días y lo hace con confianza. ¿Dónde crees que el cazador pondrá la trampa? ¡En el camino que la liebre pisa con confianza! Por eso el apóstol Pablo dice que el que piensa que está firme, cuídese de no caer, porque satanás tiene la habilidad de hacernos caer en cosas en las que nos sentimos fuertes y si no, recuerda las cosas que creías que nunca las ibas a hacer y las hiciste!! Y hay creyentes que aún no saben qué hacer con determinados pecados que han cometido y que creían que jamás los iban a cometer; satanás es un hábil cazador y nosotros tenemos la tendencia que cuando nos sentimos seguros en determinado territorio, perdemos la habilidad de estar velando, atentos y observando. Yo he visto muchos carpinteros que le faltan dedos, ellos trabajan con mucho cuidado pero tanto hace que trabajan con las máquinas, que se confían en ellas, y un día, junto con la madera va también un dedo…¿por qué paso eso? Por exceso de confianza, por descuido. Pero Dios está velando en aquellas áreas en las que crees que estás seguro pero sin embargo, eres débil. ¡Ni te imaginas tu cuántas veces Dios te ha librado! Eso significa: “El te librará del lazo del cazador”.

BAJO SUS ALAS ESTAMOS SEGUROS

“El te librará de la peste destructora”. Tuvimos una especie de peste en el campamento de niños que comenzó a tornarse preocupante: ¿Se imaginan llegar al último día del campamento con 100 personas padeciendo la peste? Decidimos pues, sacar todas las cosas y fumigar todo el campamento. Pero, ¿se imaginan alguna peste del siglo XIX que asolaba ciudades enteras? ¿Puedes creer y confiar que Dios te librará de toda peste?

“Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno”. Recuerdo la tormenta que nos azotó en el campamento de niños; me desperté sobresaltado pensando en los niños; cuando llegué donde ellos estaban, una carpa acababa de caer y uno de los caños cayó sobre una niña… pronto comenzaron a caer piedras y los niños salieron disparados de las carpas en todas direcciones… pude observar cómo una tormenta que nos afectó a todos por igual, produjo distintos tipos de reacciones: Algunos estaban atemorizados, otros saltaban en medio de la lluvia, otros estaban tan cansados que cuando llegaron a la capilla, se tiraron en el piso y se durmieron enseguida; también la reacción de los maestros fue distinta, pude ver algunos oprimidos, otros tristes y otros confiados y alentados haciendo chistes. De esa tormenta yo tomé consejo de parte de Dios. Mi pregunta es: ¿Cómo reaccionas tú en la tormenta? No hay tormenta que Dios no mande y solamente en una tormenta se puede conocer la calidad de un creyente; en el tiempo de bonanza todos somos buenos. Si tu tienes conciencia de que tienes un Dios todopoderoso, Altísimo y sublime, no tienes por qué temer la tormenta. ¿Cómo te sientes en la tormenta que estas atravesando? ¿Te sientas a llorar o confías en Dios?

“Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación…” Dios es tu habitación, tu habitas dentro de Dios y estás escondido en él. No sé qué dificultad estás atravesando pero él es el Altísimo y el omnipotente y sublime, y la puedes atravesar con Él. Los niños me dieron una lección de esperanza: ¡Cómo ellos son capaces de ser tan felices en medio de una tormenta!

CONCLUSIÓN

Yo quiero que por unos minutos reflexiones qué dificultad estás atravesando que te está quitando el sueño y te está atormentando; qué está pasando en tu vida que estás atemorizado, qué está ocurriendo en tu corazón que te sientes angustiado. Satanás es muy astuto y logra perturbar algunas personas solamente con disparates que lanza al azar con el objeto de que alguien los “agarre”. Si satanás logra detenerte y paralizarte con algún disparate que larga contra ti, ni siquiera necesita gastar una bala. Estuve leyendo en el libro de Nehemias, que sus enemigos, cuando comenzaron a edificar el muro, dijeron: “Si una zorra se sube a ese muro, el muro se caerá”. ¡Qué exageración! ¿Cómo se va a caer un muro de piedra, de tanto espesor con una pequeña zorra que se suba en él? Satanás usa gente cercana a nosotros para intimidarnos y ni siquiera necesita una tormenta, con un disparate basta; a cuántos le han dicho: “¡No te vas a casar! ¡No servís para nada!” ¡Versiones disparatadas! ¿Saben por qué satanás usa esas versiones disparatadas? ¡Porque hay gente estúpida que las cree y se deja doblegar por ellas! Pero Dios hoy quiere librarte de eso; el Dios omnipotente, sublime y Altísimo quiere librarte de tus temores, de tus preocupaciones y angustias y quiere bendecirte. ¿Qué tormentas están destruyendo tu ánimo y tu fe en Dios? Es hora que le entregues toda tu vida a Cristo; si estás dispuesto a recibir su bendición, haz esta oración ahora mismo:


“Padre querido, te pido que entres en mi corazón y limpies todos mis pecados; reconozco que he vivido lejos de ti y no he confiado en tus fuerzas sino en las mías, perdóname Señor; renuncio a esas palabras que me han herido, confieso que tú eres el Dios todopoderoso y que el que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del omnipotente y que no habrá plaga que me destruya y tendré conciencia plena del Dios que me sustenta. Tú Señor, me librarás del lazo del cazador, de la peste destructora, tu me librarás de las heridas que me han infringido mis parientes, porque tu eres mi Dios. ¡Gracias Dios! Creo que desde este momento soy tu hijo y moraré bajo tu sombra, en el nombre de Jesús, amén”.

0 comentarios:

Publicar un comentario