Es muy
importante construir una buena casa, puesto que cuando vengan los desastres
naturales, tales como huracanes, temblores, entre otros, nuestra casa se pueda
mantener sin ningún daño. Existen países donde sus edificaciones son tan malas
que no soportan el primer desastre natural pues no están bien cimentadas, no
tienen buenas columnas y cualquier viento las destruye.
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las
hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la
roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon
contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Mateo
7:24-25
Lo primero es que Jesús presenta aquí la Palabra de
Dios como el material indestructible de una buena cimiente. Todo cristiano ha
sido llamado a fundamentar su casa sobre la Palabra de Dios, e incluso, Jesús
compara a quienes hacen esto con un hombre que edificó su casa sobre la Roca.
Las rocas están caracterizadas por ser de un material difícil de romper,
también las rocas suelen estar por encima del mar o por encima de los ríos y
por esto Jesús dice: “Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca”.
Si nuestra fe está fundamentada sobre la Roca que es
Cristo, no importa cuantos problemas nos vengan encima, no importa que estemos
enfrentando el problema más difícil de nuestra vida, pues, estamos bien
cimentados y simplemente estas cosas no nos derribarán.
La Biblia dice:
¿Quién nos separará del amor
de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o
peligro, o espada? Romanos 8:35
Más adelante Pablo continua diciendo:
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la
vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por
venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá
separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:38-39
Pablo también
está hablando de aquellos creyentes que han fundamentado su fe, su vida, sobre
la Palabra de Dios. Nada nos puede separar de Cristo. Ninguna tempestad nos
puede sacar de sus preciosos brazos.
Ahora bien,
Jesús nos hace referencia de otro grupo, que oye la Palabra de Dios pero no la
pone en práctica, y los compara como aquel hombre que construyó su casa sobre
la arena, vinieron vientos sobre ella y cayó, ¿Por qué? Porque no estaba
fundamentada sobre la Roca:
Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las
hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la
arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron
con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Mateo 7:26-27
Querido lector, la Roca es Cristo y la buena cimiente es Su Palabra y si no estamos cimentados en su Palabra, entonces somos sensibles ante los problemas de la vida. Cristo desea que nosotros estemos cimentados en Su Palabra, porque de esta forma podemos permanecer en Él.
Debemos tener una fe sólida, una fe fuerte, la cual es
como el monte de Sión que permanece para siempre. Grabemos la Palabra de
Dios en nuestra mente y corazón, y fortalezcámonos en ella cada día más.
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