PERDONAOS
UNOS A OTROS DE LA MANERA QUE CRISTO OS PERDONÓ(Colosenses
3:13)
¿Hay alguien a quien necesitas perdonar?
El poder más grande que tienes sobre alguien que te ha
ofendido es el poder del perdón. Al decir: “Te perdono y no te lo tendré en cuenta”, las dos
partes quedan libres del vínculo negativo que existe entre ellos.
Pero hay más: también nos libramos de la carga de ser “el
ofendido”.
Cuando no perdonamos a los que nos han herido, es como si
los lleváramos encima, como una carga pesada a la espalda.
Es
fuerte la tentación de aferrarnos con rabia a nuestros enemigos y definirnos
como las víctimas de sus acciones.
El perdón no sólo libera a la otra parte implicada, ¡también nos hace libres a
nosotros!
El
perdón es el camino a la verdadera libertad.
¿Hay Alguien a Quien Necesitas Perdonar?
Ahora bien,
perdonar no significa olvidar. Aunque hayamos perdonado a alguien, el recuerdo
de lo que nos hicieron puede permanecer con nosotros durante mucho tiempo.
Se queda en nuestras emociones como una cicatriz, o
tal vez hasta en nuestros cuerpos como señal física. Pero el perdón cambia la forma en
cómo lo recordamos; cambia la maldición en bendición.
Cuando
perdonamos a nuestros padres por divorciarse, a nuestros hijos por su falta de
amor, a nuestros amigos por no haber sido fieles en tiempos de necesidad, a
nuestros consejeros por su mal consejo, a nuestro jefe por tratarnos
injustamente, entonces dejamos de sentirnos víctimas de acontecimientos que no
pudimos controlar.
El perdón nos permite retomar el
control de la
situación y no deja que ciertos hechos nos amarguen. Nada nos podrá limitar o
destruir. ¿Hay
alguien a quien necesitas perdonar hoy?
Fuente.devocionalescristianos.org
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