Como mujer de valor, estás viva en él, y una
vez que reconoces ese hecho no hay vuelta atrás. Si vives en el Espíritu, cobras
vida cada vez que se cruza en tu camino una oportunidad de compartir el
evangelio.
Si
vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu.
Gálatas 5:25 (RVANTIGUA)
El escritor de Gálatas propuso un recorrido de
dos etapas para aquellas de nosotras que deseamos convertirnos en mujeres de
valor. Sugirió primero que debemos “vivir en el Espíritu”. ¿Qué significa
esto? ¿Es tu intención vivir en el Espíritu hoy?
Si “vives” en un lugar,
significa que estás “viva” en ese lugar. Quizás el lugar
en el que revives es en la iglesia. Tal vez te sientes viva en tu hogar, con
tus hijos y tu marido. O en el mundo exterior, donde realizas tu trabajo. Es
bueno saber qué es lo que te hace sentir viva. Es bueno entender cuál es el
lugar en el que vives.
Si vives en el Espíritu,
cobras vida cada vez que se cruza en tu camino una oportunidad de compartir el
evangelio que tu mente y corazón aman.
Revives con cada oración que susurras o al darle
una mano a tu vecino. Te sientes viva con el amor que Dios ha puesto en tu corazón.
Como mujer de valor, estás
viva en él, y una vez que reconoces ese hecho no hay vuelta atrás. Estás en el
camino, lista para caminar. Caminarás con sus brazos envolviéndote por el resto
de tus días. Cuando caminas en este tipo de amor, te conviertes en una mujer de
valor aun más fuerte.
Un pensamiento valioso
No debemos confiar en cada palabra que nos dicen
o en cada sentimiento que experimentamos, sino ser pacientes y cautelosas, para
ver si provienen de Dios.
Tomás
Kempis
Padre celestial, camina hoy conmigo y ayúdame a
vivir en tu dulce y amoroso
Espíritu. Guía cada uno de mis pasos para
parecerme más a lo que tú quieres que sea. Mi gozo descansa en ti. Amén
Autora: Karen Moore
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